Mostrando entradas con la etiqueta libros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta libros. Mostrar todas las entradas

Un año (2022) de cine y lecturas

(27 / dic / 2022) – Este año a las recomendaciones de cine también añadiré unos cuantos libros, porque he vuelto a disfrutar mucho y me han recomendado bien. En cuanto a series, todavía no abriré el melón. Sobre todo, por los cacaos que se montan con las temporadas abiertas. Por eso, vamos a ir a lo concreto. Además, ha sido un gran año.

Cartas y consejos a (futuros) periodistas


(29 / jul / 2020) - Algo ha unido a Juan Luis Cebrián ('Cartas a un joven periodista'), uno de los capos históricos del periodismo español; y Miguel Ángel Uriondo, excompañero, periodista y ahora también metido a escritor de brocha fina. Se trata de un libro sobre periodismo y periodistas, aunque ambos -en épocas muy distintas- se han afanado por explicar que su libro no era lo que parecía.

Si no es por no leer

las ratas miguel delibes

(12 / mar / 2015) - Tengo los bajos masculinos duros como el cemento. Lo admito. Sin pudor alguno, y con portátil en mano, me atrevo a escribir un post recomendando leer los grandes clásicos de la literatura española. Ahora bien, mis manos no han acariciado "uno de esos", y menos abierto, si no ha sido por necesidad académica o argucias para acercarse a mujer lectora.

Dos extraños en un autobús


El viaje era largo, extremadamente largo, de esos que provoca cansancio solo la inercia de pensar en ellos. Madrid y Murcia no están cerca, y un autobús de Alsa, sobre todo de los antiguos, no es precisamente la mejor herramienta para acercar estas dos ciudades. Más de 5 horas con el sopor de las tierras castellanas de por medio. Más de 300 minutos con la sensación de un viaje que no se acaba nunca, o en el peor de los casos, que nunca quieres que se acabe. 

A mi favor el cielo. Negro, oscuro como si pretendiese robar toda la luz del sol y no volverla a ofrecer, también parecía por la labor de estrujarse y dejar caer un agua que parecía infinita. Es muy difícil acordarse de las tormentas, pero de aquella me acuerdo, porque fue durante aquel viaje cuando yo compré ‘Ciudades Jirón’, el libro de mi compañero, y puedo suponer que amigo, Alberto Caride.

‘Comunicación y otras chicas del montón’, recomendación no masturbatoria


Que nadie malinterprete el título de este post, pero después de llevar varios días leyendo loas y autoloas al libro que ha editado David Martínez Pradales (@dmartinezpr), quizás ha llegado el momento de quitarse el babero y decir las cosas con sinceridad: yo no me voy a leer el libro. 

Empezar así asusta, ¿verdad? Tranquilo todo el mundo, el libro, de momento, no me lo puedo leer porque mi eReader tiene ya algún tiempo y para los textos comprados en Amazon tengo que descargarme alguna herramienta, o algo similar. Así que de momento se queda en barbecho. Dicho sea todo, como posiblemente sea el lector número uno del Blog de David, y también apostaría a que el mayor comentarista, puedo permitirme esta frivolidad.

‘El gran libro del Community Manager’ (#recomendación)

el gran libro del community manager manuel moreno

Puede parecer una paradoja escribir sobre el mundo digital en papel. Es más, hacerlo de una profesión como es la de Community Manager, que ha nacido única y exclusivamente al socaire de Internet, parece un tanto contradictorio, pero más allá de todo eso, ‘El gran libro del Community Manager’, escrito por Manuel Moreno (@trecebits), representa una oportunidad ideal para acercarse a un mundo que mezcla a los encantadores de serpientes con quienes de verdad dirigen la comunicación en Internet.

80 claves, y algunas más

Como viene siendo habitual en las fechas tan señaladas que recientemente acabamos de pasar, los libros son un obsequio de doble filo. Si gustan, son una bendición, si no, una carga moral sobre qué hacer con ellos.

Este año, en mis manos, '80 claves sobre el futuro del periodismo', escrito por José Luis Orihuela. Acierto máximo, no solo a nivel personal, sino que de su lectura estoy empapándome para una aplicación real en el ámbito profesional. Y es que, a veces, las ideas que se encorsetan en frases teóricas, sí pueden ser utilizadas en el día a día.

Así, y tras un puñado inicial de páginas, puedo asegurar que se trata de un libro en perfecta sintonía para los días que corren. Bien es cierto que la mitad del libro ya estaba escrito, puesto que se trata de las entradas que el profesor Orihuela tiene en su Blog de 'ABC.es', pero la réplica que hacen "sus invitados" da esa doble visión de conjunto tan necesaria. Es decir, son dos ideas sobre el mismo tema de profesionales muy cualificados.

Además, no es solo periodismo focalizado hacia el prisma digital, redes sociales y demás neochorradas. Se trata de una reflexión sobre la manera de trabajar, los miedos que acogotan a las nuevas redacciones frente a las tradicionales, o el propio temor al cambio que tienen esas rancias y desnutridas viejas redacciones frente a las insolentes, jóvenes y desarraigadas nuevas redacciones.

En definitiva, un texto que recomiendo leer a todo el mundo. Sobre todo a quienes buscan su lugar, aunque paradójicamente, lo recomiendo mejor a quienes creen haberlo encontrado.

Muy buena pinta

Hace muy poquitos días hablaba por este soñoliento lugar sobre las lecturas que debía cumplir para este 2011. En el mismo texto, y jugando a ser adivino, presagié un par de libros más, como así ha sido.

Ahora, cuando me he quedado sin ningún libro entre las manos ha llegado la hora de elegir: ese elenco de ensayos sobre política y tecnologías 2.0 o un par de novelas cuyos autores son bastante "serios".

La decisión ha sido dura, difícil y complicada. Supongo que el estado de ánimo, las ganas o no de cambiar de tercio y que las dos novelas hayan sido regalos, me ha valido para tomar una decisión final: 'Riña de gatos' de Eduardo Mendoza.

De momento, y tras poco más de 20 páginas, estoy en disposición de asegurar que se trata de un buen libro. Una lectura que me gustará y a la que sabré sacar todo el jugo que el gran Mendoza se merece. Con este autor no es la primera vez que me enfrento, puesto que ya he leído 'El misterio de la cripta embrujada' y 'La aventura del tocador de señoras', libro éste que recomiendo encarecidamente.

Hay un refrán bastante racista que dice que "los gitanos no quieren buenos principios para sus hijos", pero en este caso, a mí me ha valido un inicio de calidad inagotable para quedarme total y absolutamente enganchado.

Nuevo compromiso lector

Un año más, y ya van unos cuantos, mi hermano me ha regalado en esta fecha tan señalada un libro. Lo cierto es que su tino deja bastante que desear, aunque supongo que la intención es lo que cuenta.

Primero fueron las desventuras templarias de Dan Brown, que tuve que dejar a medias por previsible y aburrido. Después, y ese sí que fue un gran acierto, una magnífica biografía de Barack Obama. El año pasado me tocó a Paulo Coelho, uno de los personajes literarios que más aborrezco. Y para terminar, este año, en un alarde de superación, llegan 'Perdona si te llamo amor' y una obra de John le Carré. El primero, y con gran dolor de corazón, ha ido de vuelta casi sin desenvolver; el segundo... haré un esfuerzo y mañana mismo me pondré a leerlo con la esperanza de que me pueda gustar por su temática económico-financiera.

Lo reconozco, para el tema librario en cuanto a regalos soy muy especial. Me encanta regalar libros, pero no me gusta que me regalen.

Creo que regalar un libro requiere un esfuerzo de comprensión, investigación y demás parafernalias inquisitivas que requieren mucho trabajo, y está claro que hay gente que no tiene esa capacidad.

Ir a un gran almacen, quedarse en la sección de 'Top Ventas' y coger alguno de los diez primeros no es bueno, creanme. Regalar un libro es algo más que pensar en uno mismo y creer que García Márquez es un gran autor y gustará a todo el mundo. Pues no, esto no funciona así. Personalmente, si alguien me regala un libro de Vargas Llosa, puede metérselo por donde le quepa, no me gusta, qué le voy hacer.

Regalar un libro, sobre todo a cierta gente, requiere de un conocimiento de la otra persona muy grande. Es cierto que hay libros que pueden no fallar, sobre todo Biografías o cosas así, pero si se quiere llegar al corazoncito de la otra persona es mejor llevar a cabo esa vigilancia de gustos.

En fin, espero que para el año que viene, si es que la persona aludida sigue con su dinámica, vengan libros que de verdad me hagan ilusión.

Despropósito #2 para 2011

Leer al menos 10 libros en todo el año

Lo sé, 10 libros en un año es una cifra bastante ramplona, pero si tenemos en cuenta que parte de mi trabajo es leer, ya se suman demasiadas horas al día entre comas y puntos.

Pero me apetece hacerlo, sobre todo porque me gusta, aunque al igual que sucede con el deporte, es algo que en ocasiones se va dejando y eso no es bueno. Si voy a poner ímpetu en solucionar el desgaste corporal, el espíritu no debe ser menos.

Además, se me amontonan encima del escritorio libros y libros a los que tengo que dar salida. Sin incluir el par más que llegarán en estas fechas... aunque eso suene a sobrado, es la realidad. Por ello, sin contar 'Y Google, ¿cómo lo haría?', del que me faltan unas pocas hojas, el siguiente en la lista es 'Gestión actual del consultor político', para pasar posteriormente a 'Las palabras que curan', y terminar con 'La huella social', aunque como ya he dicho antes, entremedias llegarán otros tantos de los que igualmente habrá que hacer uso.

Supongo que este "despropósito" require pasar menos frío que el anterior, y es enórmemente más afable y sencillo de llevar a cabo, pero como ya he mencionado, creo que ambas cosas deben ir de la mano, y así lo intentaré hacer.

Correspondencia y configuraciones

Después de la magnífica lectura que ha supuesto 'El retrato de Dorian Gray', pese a que no lo he finalizado -ya explicaré mi extraño gusto/fobia a dejar los libros sin acabar-, hoy me he embarcado en un nuevo texto: 'Correspondencia a la generación del 27'.

Se trata de un libro que recoje la correspondencia que tuvo Vicente Aleixandre con sus compañeros y amigos de la 'Generación del 27', o como bien aproxima la introducción, el 'Grupo poético del 27'.

De momento, lo que ha suscitado el libro en mí es una paranoia escriptoria en modo epistolar que sumado a una mañana tranquila ha sido el motivo para zafarme cuan escritor del '27' en un regusto de correspondencia que me ha llevado a recordar que nuestros recuerdos son la parte principal de nuestra configuración como personas. Por eso, nada mejor que mantener la relación, aunque sea vía electrónica, con las personas que han hecho que la vida de este pobre blogger y aprendiz de periodista haya sido mejor.

Vivir o no del recuerdo es algo que siempre planea en su lucha con el "Carpe diem". Una lucha desigual que viene marcada por el momento, por lo que somos y seremos. Es evidente que el presente es lo único que vivimos, y el futuro será el lugar donde pasaremos el resto de nuestra vida, pero, ¿y el pasado?

Hay quien dice que vivir anclado al pasado es un lastre a superar. También se dice, en tono negativo, que las personas que viven del pasado es porque no creen en su presente. Bueno, personalmente no me posiciono, es decir, quiero vivir el presente, vivo el presente y miro hacia el futuro, pero una cuestión está clara, lo que soy lo debo a los recuerdos que tengo.

Supongo que la mezcla ideal debe ser vivir de los recuerdos actuando en el futuro.

De finales y principios

Hace algún tiempo, bueno, en realidad mucho tiempo, un profesor del Instituto nos habló sobre el avance en espiral ascendente del progreso histórico. Sí, yo en su momento tampoco lo entendí, pero en el fondo es sencillo, asimilable y lo mejor, real.

Lo que viene a explicar esa teoría es que todo avance se produce cuando la sociedad tiene una regresión a un punto primigenio para seguir avanzando, pero con los valores ya adquiridos en la precedente evolución. Es decir, cada avance significa volver a unos modos y costumbres anteriores que desembocarán en algo nuevo.

¿Y esta monserga para qué?, pues entre otras cosas para quien la quiera leer. Pero el asunto que me trae (de nuevo personal) es que he cambiado de libro de lectura y serie que "compartir" por Internet.

Empecemos por los temas librarios. Hace unos días ensamblé mi escudo bornónico y me puse a leer una biografía del monarca Juan Carlos I. Lo hice porque intuyo que no le quedan muchos veranos en Mallorca (que nadie piense mal, a lo mejor se va a Benidorm), pero bueno, le voy dar tregua, así que lo dejaré para más adelante. No obstante, me ha dado tiempo a leer un cuarto de libro, más o menos hasta que tenía unos 10 años.

¿Y ahora? Pues a mis manos ha caído 'El retrato de Dorian Gray', escrito por un personaje de esos de aupa. Espero mucho de este texto, aunque también lo hice de '1984' y el palo fue grueso. En fin, si no hay contratiempos de ningún tipo (quién sabe lo que suecede en agosto), veremos qué tal.

En cuanto a las series compartidas a través de Internet, pues ayer mismo acabé con 'The Big Bang Theory'... sinceramente, muy recomedable, vamos, áltamente recomendable, y más para este tiempo caluroso. Es corta pero intensa (20 minutos por capítulo), inteligente y divertida, vamos, cualidades que se podría pedir a una mujer.

¿Y ahora? Creo que me voy a adentrar en el mundo 'The wire'. Por lo poco que sé de ella, no es fresca ni ligera, pero bueno, entretener a las neuronas con algo contundente tampoco viene mal.

La lectura del verano

Últimamente, cuando los cimentadores de la información económica española tenemos nuestra "hora de la comida", hay varios chascarrillos recurrentes y sobre los que damos vuelta sobre vuelta.

La pareja idílica de Iker Casillas y Sara Carbonero, las sempiternas quejas sobre los jefes y el estado de salud del Rey don Juan Carlos. Tanto es así, que en la última "hora de la comida" hemos hecho una breve y fallida radiografía de sus pasos a lo largo de la historia. Digo fallida porque una vez más se demuestra que los planes de estudio del bachillerato con respecto a la historia de España dejan bastante que desear.

Ante esas dudas y mi propia inocencia sobre el tema, he decidido poner fin a ese velo de ignorancia y he ido cual alma poseida por el diablo a la la biblioteca municipal más cercana a mi casa. Una vez allí me he dirigido sin remisión alguna a la sección de biografías y he pescado la más "gorda" que había. No con la esperanza de que guarde más datos de los necesarios para desembarrar mi ignorancia, sino porque el ejecutor de tamaña obra era Paul Preston; 'Juan Carlos: el Rey de un pueblo', y no sé por qué tengo una gran admiración hacia ese hombre.

Así pues, con este armatoste más pesado que una burra en brazos, me he ido de la biblioteca feliz y con la responsabilidad de enmendar los errores de la política educativa de este país a base de una lectura ponzoñosa en los amaneceres del Metro de Madrid.
Designed By Blogger Templates