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Piratería o como se llame


(13 / abr / 2015) - Como el buen tiempo nos reclama sin remedio, vamos a quitarnos 5 minutos el abrigo de la hipocresía y pensar en primera persona. Es decir, si fuésemos nosotros quienes estamos al otro lado de la pantalla. Hablemos de “piratería”, “compartir cultura o archivos”, o que cada uno lo llame como quiera. Ya somos mayorcitos.

Un reto, una realidad

Con muchas ganas, ideas renovadas y un #nuevoDirigentes por bandera, es como comienza mi "segunda" etapa dentro de la revista Dirigentes.

Ahora, como editor de contenidos de Dirigentes Digital y redactor de la versión en papel, he alcanzado una tranquilidad que me permitirá poner sobre la mesa, mejor dicho, sobre la Red, todas las ideas y conceptos que vaya aprendiendo, así como los que poco a poco surjan de esta destronada cabeza.

Espero que sea un periodo de relativa calma, siempre teniendo en cuenta cómo se producen los cambios aquí, en Internet, y que las ideas y conceptos que se apretan en mis adentros, reluzcan como deben.

Será mucho trabajo, no cabe duda. Pero el entusiasmo propio, más el generado al ver un grupo de gente cada vez más comprometida, hacen que mis ganas e ilusión se multipliquen por dos. No tengo pensando renunciar a las horas de trabajo que hagan falta hasta alcanzar el objetivo: que haya un nutrido grupo de gente que entre en Dirigentes Digital y se vaya con la sensación de que esa visita ha merecido la pena.

Por todos estos motivos, y porque el gusano de la profesión periodística ya no le puedo matar, intentaré que Dirigentes Digital sea un lugar digno, muy digno.

La casquería virtual




Luego se habla de la famosa y absurda campaña de #sinpreguntasnocobertura, sobre la salud del periodismo, su mal estado, etc, etc.. pero la cuestión es: ¿qué hacen los periodistas, y sobre todo los que mandan en dicha profesión, para mantener limpia esa imagen?

Las colección de "bonitas" fotos que muestro son pantallazos de algunos de los principales diarios de este país en la madrugada del miércoles al jueves (2.15). 'elpais.com', 'elmundo.es', 'lainfomacion.com', 'publico.es', 'abc.es'.

Y mi pregunta es muy sencilla, ¿es necesario esta casquería horrorosa y vomitiva para decir que el presidente de EEUU, Barack Obama, no tiene pensado mostrar las fotos del cadáver de Bin Laden?, ¿nos hemos vuelto locos?

Después intentamos dignificar la profesión, pero es que no hay manera. Durante la mañana de hoy, algunos medios ya han retirado las fotos, al menos de sus páginas de inicio, otros, por el contrario, todavía presumen de tener a un tipo con los sesos desparramados en el suelo. Y lo peor es que hay otros que lo han llevado en sus ediciones de papel a gran tamaño... incalificable.

Hipocresía elevada a la máxima potencia. Además, conozco a una persona de esos medios que ha manifestado que no le gustan estas casquerías humanas, y que lucha para que no salgan en su medio "cosas" así. En fin, lamentable un día más.

Mucho Twitter y pocas nueces

Antes de ir proclamando las bondades de Twitter por el mundo y hacer que algunos ateos del asunto se hayan hecho una cuenta, yo era una de esas personas que veía Twitter un tanto inservible.

Ahora no lo veo así, aunque se está generando una tendencia un tanto clasicista dentro de la plataforma: las personas que siguen y los que son seguidos, y esto no me convence mucho.

Puede parecer a pataleta de "no seguido" como hace tiempo expresaba lo mismo de las Bitacoras personales, pero bueno, llevo tres años con el Blog, ahora este y antes Comunicólogo, y nunca he sobrepasado los 150 usuarios a la semana, y la verdad, no lo necesito. Pero al parecer, hay gente que hace lo que sea por un seguidor más en su Twitter con tal de imitar a esa persona que cuenta su cifra en miles. Un "truquete" que utilizan algunos es el "te sigo... y cuando me sigas, te dejo de seguir"... vaya chorrada.

La reflexión que quería mostrar, antes de que me desvíe, es sobre el hecho de la altivez de muchas personas. A veces se nota un cierto "tú me siges porque yo digo cosas interesantes, pero yo no te voy a seguir porque no eres nadie". O esas ocasiones en que no se comparten opiniones o se dan respuestas. Puedo entender que haya personas que reciben miles de réplicas al día, pero supongo que para eso es Twitter, ¿no?

No sé, la verdad es que Twitter me encanta, me parece una herramienta muy buena, pero no voy a entrar en el juego de conseguir un seguidor más. Quien quiera ver mis tuits, que lo haga, pero no daré "bola" a la gente porque sí. Además, creo que la gracia de Twitter es seguir y no ser seguido, aunque claro, el egómetro de algunas personas debe seguir potenciándose.

Wikileaks, esa basura bien vendida

 

(25 / oct / 2010) Lo malo de agarrarse a palos calientes es que al final te quemas. Desde hace varios años se especula y rumorea con la muerte del periodismo. Que si el papel está acabado, que si internet impone un nuevo modelo que no beneficia al periodismo de calidad, etc, etc... Por todo ello, cuando surgen acciones comunicativas de carácter periodístico fuera de lo normal (declaraciones corporativas o institucionales, ruedas de prensa...) todo parece como un resurgir del periodismo de "tirantes". 

Ante esto, durante todo el fin de semana se ha mastubado la prensa mundial con los "papeles" sacados a luz por Wikileaks. "La nueva era del periodismo", "una nueva forma de comunicación que no obece a los patronos partidistas", "un ejercicio de libertad de expresión"... ¡y una mierda! 

Todo este revuelo se forma justo una semana antes de las elecciones legislativas en EEUU. Casualidad o no, las legislativas en EEUU son de una importancia capital para el funcionamiento del país. ¿Y quieren hacerme creer que esto surge porque sí? 

No es que yo sea un iluminado, puesto que es un tema del que más de uno se ha hecho eco, pero es que parece que todo esto se hace sin ninguna pretensión. No digo que no esté bien y sea necesario saber qué pasó en Iraq, pero que no se venda como lo que no es. Además, está la curiosidad esa de los benefactores, los miles de dólares ingresados para "defenderse" de los que no quieren que se sepa la verdad. 

En definitiva, quieren vender esto como un ejercicio de libertad de expresión y prensa al margen de partidos y negocios, pero no cuela cuando se hace a las puertas de unas elecciones y recibes millones de dólares por publicarlo.

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