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Un reto, una realidad

Con muchas ganas, ideas renovadas y un #nuevoDirigentes por bandera, es como comienza mi "segunda" etapa dentro de la revista Dirigentes.

Ahora, como editor de contenidos de Dirigentes Digital y redactor de la versión en papel, he alcanzado una tranquilidad que me permitirá poner sobre la mesa, mejor dicho, sobre la Red, todas las ideas y conceptos que vaya aprendiendo, así como los que poco a poco surjan de esta destronada cabeza.

Espero que sea un periodo de relativa calma, siempre teniendo en cuenta cómo se producen los cambios aquí, en Internet, y que las ideas y conceptos que se apretan en mis adentros, reluzcan como deben.

Será mucho trabajo, no cabe duda. Pero el entusiasmo propio, más el generado al ver un grupo de gente cada vez más comprometida, hacen que mis ganas e ilusión se multipliquen por dos. No tengo pensando renunciar a las horas de trabajo que hagan falta hasta alcanzar el objetivo: que haya un nutrido grupo de gente que entre en Dirigentes Digital y se vaya con la sensación de que esa visita ha merecido la pena.

Por todos estos motivos, y porque el gusano de la profesión periodística ya no le puedo matar, intentaré que Dirigentes Digital sea un lugar digno, muy digno.

Retos, realidades y SHDC

Últimamente ando un poco descuidado con mis cosas, con 'Las cosas de Masa', pero es que el tiempo es ese elemento inmaterial que ni se crea ni se destruye, y lo que es peor, ni se genera.

A parte de mis innumerables horas de trabajo profesional como editor de Dirigentes Digital, he decidido volver a poner en marcha 'Sin Hora de Cierre'. Los motivos son evidentes: cuanto más mejor aunque sea un suicidio.

Y es que al cerrar SHDC me di cuenta que algo no iba bien. Por ello, siete meses después he decidido reabrirlo. Ello conlleva que ceda el tiempo de este Blog en su favor. Además, de momento los recursos de personal son más bien escasos, por lo que require más tiempo que nunca.

Me da rabia dejar un poco descuidada mi casa, porque es el lugar donde expreso lo que pienso, lo que soy. No obstante, seguiré dando guerra en SHDC y mi cuenta de Twitter, que será lo que soy.

Pequeña, grande; da lo mismo


(2 / dic / 2011) - Hace más o menos un año, en el silencio de una redacción casi vacía, le pregunté "dónde quería estar dentro de unos años". Ella, sin el miedo a lo que yo pudiera pensar, me dijo que tenía ganas de trabajar en El País. Como es lógico, me eche unas risas.

Cuando yo la conocí hace un año, sus textos eran... digamos que de una persona que estaba en la Universidad. No es que sea yo ningún experto periodista, pero los años que mediaban entre ambos me permitían poder ver con más templanza todo eso. Le reproché su falta de realismo, a lo que ella me contestó, "ya, lo sé, pero bueno".

Hoy, un año después, puedo estar en mi casa escribiendo esto mientras que ella se sigue haciendo así misma en una redacción pequeñita, humilde, pero con las expectativas que aprietan para tener que seguir ganando lectores.

De ella puedo decir que es chiquitita, de mirada confusa y de sonrisa tardía. Su apariencia, más próxima a la de movimientos asamblearios, no concuerda con la de quien tiene que ir a desayunos con ministros y empresarios de alta alcurnia. Pero es su forma de ser y expresarse, y eso la honra.

Profesionalmente debo confesar mi más profunda admiración hacia quien ha sido capaz de dar un giro tan grande a su forma de escribir y comprender la realidad. Puede sintetizar, concretar, alargar, matizar... Igual habla de Rafa Nadal que de Nicolas Sarkozy, y todo con la grandeza de quien sabe lo que cuenta y cómo lo cuenta.

Todas estas palabras, que pueden sonar petulantes y aduladoras, se las dedico a mi compañera de faenas desde hace un año, Sandra Tobar. Cabreada con las redes sociales y lo que eso implica, la empujé a tener una cuenta de Twitter, y de ahí no pasa. Aunque escribiese párrafos y párrafos, no haría justicia a quien ha sabido creer que la sociedad y el periodismo estaba cambiando y había que realizar ese viraje.

No me cansaré de admirar a esta pequeña compañera cabreada con el metro sesenta, pero que tiene una grandeza enorme. Por su forma de escribir, de todo y bien, por su carácter indolente pero seguro, por su tozuda insistencia en querer mejorar. Por todo ello, hoy, viernes de #FF, para ti, porque siempre tendrás un seguidor fiel y para lo que necesites.

Sobre mi mordaza y los malos periodistas

No tengo por costumbre escribir más de una entrada por día, y menos si lo hago en horas de trabajo. Pero ha surgido una circunstancia anómala que me hace ponerme a ello.

Se trata sobre la entrada anterior y el desayuno informativo de 'Nueva Economía Forum' al que he asistido esta mañana. En mi entrada, en la cual quiería hacer referencia al hecho de haber conocido en persona a Felipe González, he dejado entrever que el moderador no ha leído ninguna pregunta sobre ETA.

Sinceramente, me sigue pareciendo muy raro que entre más de 40 compañeros periodistas nadie haya hecho una sola mención a ETA. Pero desde la organización de 'Nueva Economía Forum' me dicen que eso no se ha producido. Es decir, que siendo ETA un tema de actualidad, que por cierto, mientras escribo estas líneas se ha producido el fin de la banda, con la Conferencia, su punto de no retorno... y ningún compañero pregunta nada.

En fin, resulta que más que discrepar con la organización, debo hacerlo con los compañeros que no han sido capaces de preguntar eso. Yo no lo he hecho porque para mi medio interesan otras cosas. Por ello he hablado de desempleo.

De todas maneras, si me dicen que no se ha preguntado por ETA, dejo constancia de que así ha sido. Pero mi sentir profesional, me lleva a expresar lo que pienso. Y ese pensamiento me hace dudar de mí y de mis compañeros si no hemos preguntado por ETA en el día que se llega a su fin.

El que tuvo, retuvo

Sí, el de la foto, aunque no lo parezca, es el ex presidente del Gobierno Felipe González. Me da rabia que la foto no haya salido todo lo bien que me hubiera gustado, pero son cosas del directo.

La cuestión es que esta mañana he podido cumplir uno de esos pequeños "sueños" que tiene un absurdo personaje como yo: conocer a Felipe. Ha sido rápido, casi fugaz, como se ve en la foto. Pero me ha gustado, me he quitado una espinita, y ,además, he desayunado bien, que es lo importante.

Sobre el asunto en cuestión: un desayuno más. Además, me he ido con la sensación de no haber podido hacer mi trabajo. Ha habido un tufillo a mordaza periodística que se puede catalogar de vergonzoso. El motivo: la actitud del moderador ante las preguntas escritas de los periodistas. Ni una sola mención a ETA, ¿alguien se lo cree? Ocho mesas de periodistas de toda índole, y ninguno va haber preguntado sobre la Conferencia de San Sebastián, increible, sí.

Por lo tanto, me pregunto desde mi más profunda humildad, ¿para qué se convoca a la prensa si no se dejan hacer preguntas?, ¿qué sentido tiene? Si va a ir, soltar su discurso y volverse a casa, pues que la organización de 'Nueva Economía Forum' mande una nota de prensa, y ya está.

Sinceramente me deja un saber agridulce mi encuentro con Felipe González. Por un lado he conocido a uno de los políticos que más me fascinan, pero a nivel profesional me quedo con la sensación de que no hay un sentido real de derecho a la información. Ni de acceso, ni de difusión. Y eso, aunque luego digan lo contrario, es un mal que no puede continuar.

Volver a enamorarse

Ando un poco revuelto, en lo que respecta al ámbito personal y profesional, y lo que no sé es por qué vengo al Blog a contarlo. Supongo, y es solo una suposición, que al no ser un Blog temático, sino que versa sobre las nadedades que se me ocurren, puedo dispersar la mente en busca de cosas, en busca de mí mismo.

Desde que he visto lo del ERE en Público debo reconocer que no tengo muy buen cuerpo. No lo tengo por dos motivos, uno meramente personal, y es que cuando las barbas del vecino veas cortar... y otro, como ciuadadano que ve como un medio de comunicación se puede ir al garete, y eso siempre va en perjuicio de sociedad más democrática y de mayor calidad.

Además, he perdido la fe y la ilusión en lo que hago. Ya, no llevo ni dos años como periodista, y si ya la he perdido, mal vamos. Pero quizás se me han juntado varias cosas, proyectos y objetivos que no he sabido administrar ni cumplir.

En el ámbito amateur, ha sido un palo muy grande tener que abandonar 'shdL', sobre todo porque proyectaba sobre él un recorrido muy interesante en este mundillo de los blogs. Pero, a veces, las contingencias son las que mandan, y ante eso no se puede hacer nada. En cuanto al ámbito profesional, quizás no he sabido encarar los cambios de una nueva temporada, las expectativas que se deben generar, o vaya usted a saber qué; pero noto que falta la chispa, esa chispa que se produce cuando conoces a alguien por primera vez y sientes que nunca la volverás a tener, porque esa es la definitiva.

A fin de cuentas, el trabajo es como el amor. Hay que empezarlo con la sensación de que será el de toda la vida, el que cambie la de uno. A partir de ese momento, ya nada importará, podrás mirar otras cosas, pero con la mera curiosidad inocente de quien sabe que ya lo tiene todo. Por eso, si se pierde la chispa, se ha perdido todo.

Así pues, y ante el batiburrillo sensorial experimentado estos días, debo recobrar la chispa por mi trabajo. Pensar que será el de toda la vida. Darme cuenta de cuándo llevo razón, cuándo no, lo que hay que ceder en el camino para que todo cuadre, y seguir enamorado.

Por todo ello, como inicio, habrá que cambiar la música del móvil. Sí, bueno, cada cual tiene sus pequeñas manías. Para mí, los tonos del móvil simbolizan los estados de ánimo en cada momento. Así que ahora ha llegado de nuevo la hora de la 'Alegría'. Debe reconducir lo que pienso a la primera vez que me enamoré del periodismo, cuando creía que podía y debía ser periodista. Echar la vista atrás es un ejercicio muy sano.

La hora de trabajar

Pero no trabajar por trabajar, sino trabajar más que nunca. Con mayor productividad y mejor capacidad para adaptarse al cambio. Trabajar sin conformismos, trabajar para no solo conseguir los objetivos, sino superarlos. En definitiva, trabajar más, mejor y menos caro.

Las cosas han cambiado, y quien no lo quiera entender, o solo guste de irse a las plazas a patalear contra el suelo público, pidiendo a esos gestores -públicos- que le solucionen los problemas, mal vamos. No negaré, ni me voy a poner a discutir que gran parte del problema generado es por culpa de esos mandatarios públicos. Pero sea lo que sea, el mal ya está hecho, y ahora toca solucionarlo.

Como digo, no pienso gastar más tiempo en ver quién tiene la culpa y quién no. Solo pienso en levantarme, trabajar, y sentar las bases y tener los conocimientos para que no me vuelvan a engañar. Lo sé, soy un privilegiado porque tengo trabajo, pero creo que también soy un privilegiado por darme cuenta lo que cuesta mantenerlo.

Y más privilegiado soy toddavía cuando encima adoro mi trabajo. A dónde me lleva todo esto, a que no es tiempo de vaguear, racanear horas o pedir vacaciones.

Sí, los trabajadores tienen derechos, no debemos dejar que nadie nos pise, etc, etc... Pero todo eso lo dejo para cuando pueda tener tres entrevistas de trabajo en un mes, y no en un año. Ahora, por desgracia, hay que ser terriblemente pragmático. La situación está mal, insisto que no voy a buscar culpable, aunque sé quiénes son, por lo que hay que ponerse manos a la obra.

Si mi empleo me permite crecer en producitvidad con mi esfuerzo, porque voy hacer la mitad, si sé que mi empresa necesita que haga el doble. Ok, a lo mejor mañana me echan a la calle, pero, ¿y hasta entonces?, ¿voy a trabajar menos y peor por miedo a que me echen?

Sinceramente, monto en cólera con la gente, y sobre todo del gremio que ahora me ocupa, que vive mirando el reloj para ver la hora de salida, que intenta hacer lo menos posible, que deja que los demás piensen por él... No lo entiendo, sinceramente, no lo alcanzo a comprender. Como digo, si estuviéramos en unas fechas en las que se puede encontrar trabajo con facilidad, pero viendo como esta semana el diario Público hace un ERE que perjudica al 20% de la plantilla, se rumorea con un ERE al total de la plantilla de elEconomista, de verdad, que no sé en qué piensa la gente.

Cada uno que haga lo que quiera, pero por lo que a mí respecta, y aunque mañana mi jefe decidira prescindir de mí, voy a darlo todo. Lo mejor que sepa, no digo que sea el mejor periodista del mundo. Pero con trabajo, esfuerzo y sacrificio, intentaré hacerlo lo mejor posible.

Empieza del nuevo curso

El simbolismo de las fechas creo que tiene una importancia vital para las personas. Por ejemplo, si uno tiene pensado ponerse a dieta y empezar a preacticar más ejercicio, hacerlo un jueves es de locos. Lo suyo sería empezar el día 1 del mes siguiente, o como mínimo, un lunes. ¿Pero un jueves?, ¿o un final de mes?

Por ello, este 5 de septiembre marca, para casi todo el mundo, el inicio del nuevo curso laboral de esta temporada 2011/12. Pese a regirnos por el calendario gregoriano que nos sitúa como fin de año el 31 de diciembre, nosotros, al menos en este ruidoso país, hemos adoptado la transición entre agosto y septiembre como el inicio de todo.

Tradicionalmente daba comienzo el curso político, la "vuelta al cole", ese mencionado regreso al "curro". En definitiva, se creaba un clima de expectación y nerviosismo casi superior al que genera el día 1 de enero.

Por este motivo, y para autocreerme que este año será mejor, quiero arracarme una promesa personal desde este desamparado lugar.

Se trata de estupideces laborales, profesionales, personales, etc... Las típicas, vamos. Intentaré que se cumplan. Sobre todo mi idea-obsesión de situar, en la medida de lo posible, a 'dirigentesdigital.com' como un medio al que apetezca llegar para enterarse de las cosas de la economía y la actualidad. Tras el cierre de SHDC y 'shdL', ya no hay proyectos personales por ahí fuera. Así que todo será centrarse en este Blog y mi trabajo diario, que ya es bastante.

Poquito a poco

 

(30 / abr / 2011) - Cuando un periodista tiene ínfulas de grandeza y no trabaja en uno de los macromedios de comunicación, tiene dos opciones: creerse lo que no es; o trabajar duro donde sea. A fin de cuentas, qué es más importante, trabajar en un gran sitio y tener repercusión, o llegar cada día a casa con la sensación de un trabajo bien hecho... que cada cual decida.

De nuevo la competencia

Hace unas semanas, o quizás no tanto, ya comenté que me había comprado la revista Actualidad Económica por el magnífico libro de regalo que acompañaba a la publicación. Pues bien, este mes, la que corresponde a mayo, me la he vuelto a comprar. Y de nuevo, tonto de mí, he vuelto a caer en la publicidad fácil del "regalito" que la acompaña.

Aunque debo ser sincero, me la compro porque me gusta y creo que es una revista que merece bastante la pena.

Con un sesgo político bastante mitigado para provenir de donde proviene, pues no hay que olvidar a qué grupo mediático pertenece (Unidad Editorial), la revista cuenta con muy buenas firmas, reportajes de calidad y un contenido que, pese a lo duro que puede ser la economía, se hace muy entretenido.

Así que este mes he vuelto a ser fiel con el kioskero que hay debajo de mi Redacción, ya me vale a mí, y le he hecho caja.

Por lo que respecta al añadido de este mes... un magnífico 'Quién es quién 2011' del empresariado español. Vamos, el complemente ideal a todo buen periodista económico que se precie. Y como algún día, no sé cuándo, espero ser un periodista económico, no hace falta que bueno, tendré que tener las herramientas adecuadas para ello.

No obstante, un día más, y a riesgo de caer en chovinismos innecesarios, debo también recomendar la maravillosa publicación para la que trabajo: 'Dirigentes Digital'. La revista en papel no la recomiendo porque ni yo mismo sé en qué kioskos se puede encontrar. Pero como estamos en la era digital, y el encargado de esa materia dentro de la revista soy yo... que nadie se pierda 'Dd'.
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