A falta de que en Murcia se aclaren o no, sobre si quieren un rescate, dos, o tres, lo que está claro es que se ha abierto la veda para que las Comunidades Autónomas pierdan su nombre, esto es, la autonomía.
De ahora en adelante, y si finalmente todas van por el camino del "rescate", veremos como hay un trasvase de poder muy peligroso. Si el mapa político de España ya estaba teñido de azul popular, ahora vamos a tenerlo del mismo azul pero con un matiz muy importante, todo se decidirá en Génova.
Las comunidades han dejado claro que no pueden llevar sus cuentas. Un control del déficit que se les antoja imposible, unas competencias que ya no desean, en definitiva, quieren soberanía pero solo en época de vacas gordas. Cuando vienen mal dadas, lo mejor es mirar para otro lado, hablar de la culpa del Gobierno central y esperar que todo pase.
Así pues, el escenario perfecto de control absoluto que tenía el Partido Popular ha cambiado para mejor. Eso sí, su esfuerzo será doble. Gobernar un país sin pies ni cabeza, y hacerse cargo de unas autonomías que son auténticos bolsillos rotos. Pero bueno, todo eso por afianzar el poder, seguir perpetuándose en lugares como Murcia o Valencia y poder lesgislar en todos los niveles políticos según les convenga.
Dicen que "no hay mal que por bien no venga", y eso deben estar pensando en Génova, puesto que si hace unos meses tenían todo, ahora lo tienen pero en propiedad. Nada se les escapa. Quizás quede Madrid dando coletazos, pero tarde o temprano caerá.
De ahora en adelante, y si finalmente todas van por el camino del "rescate", veremos como hay un trasvase de poder muy peligroso. Si el mapa político de España ya estaba teñido de azul popular, ahora vamos a tenerlo del mismo azul pero con un matiz muy importante, todo se decidirá en Génova.
Las comunidades han dejado claro que no pueden llevar sus cuentas. Un control del déficit que se les antoja imposible, unas competencias que ya no desean, en definitiva, quieren soberanía pero solo en época de vacas gordas. Cuando vienen mal dadas, lo mejor es mirar para otro lado, hablar de la culpa del Gobierno central y esperar que todo pase.
Así pues, el escenario perfecto de control absoluto que tenía el Partido Popular ha cambiado para mejor. Eso sí, su esfuerzo será doble. Gobernar un país sin pies ni cabeza, y hacerse cargo de unas autonomías que son auténticos bolsillos rotos. Pero bueno, todo eso por afianzar el poder, seguir perpetuándose en lugares como Murcia o Valencia y poder lesgislar en todos los niveles políticos según les convenga.
Dicen que "no hay mal que por bien no venga", y eso deben estar pensando en Génova, puesto que si hace unos meses tenían todo, ahora lo tienen pero en propiedad. Nada se les escapa. Quizás quede Madrid dando coletazos, pero tarde o temprano caerá.