(21 / may / 2013) - Primero dijeron que teníamos que estudiar en la Universidad para ser arquitectos, psicólogos, periodistas, programadores, biólogos… Pero como el modelo empresarial y productivo español no estaba preparado, las cosas no salieron del todo bien. Después, para paliar ese excedente de profesionales, nos dijeron que fuéramos profesores, médicos, policías… Incluso, delirantemente, introdujeron titulaciones universitarias enfocadas en la salida profesional hacia “lo público”. De hecho, a quien no le han preguntado: ¿por qué no te preparas una oposición?
Pues bien, como todo eso ha fracasado, solo hace falta ver cómo está el país, ahora nos dicen que tenemos que ser emprendedores, autónomos, crear nuestros propios negocios, cumplir nuestros sueños, ser responsables de nuestros resultados, ¿os suena verdad?
Todo esto, que nos llega a través de políticos, sociedad, mercados, sistemas, etc, etc… le ha venido de perlas, ente otros, a los gurús vendehumos. “Sé tu propio jefe”, “cabalga sobre tus sueños y sé el dueño de tu destino”, “monta tu empresa”… Vamos, que esto le ha venido de fábula a los políticos de turno para quitarse un buen marrón de encima.
Por ejemplo, esta semana está dando vueltas por Internet un texto de Risto Mejide en el que invita a la gente a no buscar trabajo. Entre alguna que otra verdad, eso no se puede discutir, este vendehumos profesional, que a eso se dedica, por cierto, incide en estos nuevos lemas de “crear nichos propios de mercado”, “atreverse a ser dueño de uno mismo”, y otra serie de monsergas que, como digo, algunas tienen sentido, pero otras muchas son simplemente la nueva burbuja montada frente al mundo de los emprendedores.
Entre sus más de 100 comentarios hay de todo. Pero me ha hecho gracia unos cuantos que, supuestamente, ya habían hecho caso a Risto Mejido y han cumplido su objetivo. Trabajan 60 horas semanales, hacen chapuzas informáticas aquí, dan clases allí, y ganan a final de mes 800 euros, pero, han cumplido su sueño, son sus jefes, han salido del sistema, y son emprendedores. Pues no. Eres un pazguato que malvive pagando facturas y al que le han hecho creer que eso te da la felicidad, que así eres libre, que emprender era fácil, y que lo importante es que seas tú el jefe.
No estoy diciendo que emprender no sea una vía. Lo que digo es que detrás de todas esas historias triunfales muchas veces no se cuenta la verdad. La verdad sobre créditos que llegaron fácil, sobre padrinos con dinero que apoyaron mucho, ayudas estatales a emprendedores, cuando las había, etc, etc. Todo es no se dice, porque sino se fastidia el final de un cuento que interesa a demasiada gente en estos momentos.
EMPRENDER NO SOLUCIONADA NADA
Un ejemplo muy sencillo. “Coches Paco”, una fábrica de coches con 1.000 empleados y que fabrica 1.000 coches al mes. Además, antes de la crisis, le va bien el negocio y vende esos 1.000 vehículos. Ahora bien, llega la crisis, el consumo baja, y todo se hunde. Y es que, antes de seguir con la historia, hay que recordar que vivimos en un mundo consumista. Ese cuya máxima es vender comida de gato a alguien que no tiene un gato, pero que en época de bonanza, pues bueno, se compraba la comida, y luego el gato.
Bien, pues una vez frenado el consumo, “Coches Paco” tiene que bajar la producción, por lo tanto solo vende 500 coches, por lo que fabrica 500 vehículos, por lo que le sobran 500 personas, como poco.
Es entonces cuando aparece la panacea del emprendimiento. A esas 500 personas en la calle les hacen creer que pueden montar, de forma individual, eso siempre, así son más fáciles de llevar por los poderes rectores, un negocio para vender su coche. Por lo tanto, Luis, Juan, Pedro… cada uno coge su curso de marketing, fabrica un coche, y lo quiere vender. Uno es rosa, el otro tiene 3 ruedas, cada uno ha tenido una idea genial.
El problema es que vuelve haber 1.000 coches en el mercado, y el consumo doméstico, así como el de organismos públicos, empresas y demás, solo puede permitirse la compra de 500. Además, por mucho que digan, los emprendedores no pueden reactivar la economía, porque Luis, Juan y Pedro apenas llegan a final de mes con lo invertido, por lo que ellos no pueden comprar vehículos. Entonces, vocingleros del emprendimiento, ¿quién, supuestamente, va comprar esos coches?
En este punto es en el que empieza a joderse el chiringuito para los vendehumos, el Gobierno, y todos aquellos que hablan del emprendimiento como la clave para salir de la crisis.
Bien es cierto que la fórmula no es quedarse en casa sin hacer nada. De hecho, aquí un servidor que les habla ha hincado la rodilla ante todo esto y tiene su pequeño medio digital en marcha. Aunque soy consciente de que esa no es la vía, y dicho todo, no dudo de que en muchos casos haya gente a la que le vaya bien. Pero no lo es porque fallan muchas aristas que nadie quiere contar. Los vendehumos hablan, escriben y van a congresos con ideas que parecen prácticas de Universidad. Montan negocios en el aire sin la sospecha de que eso no sirve para nada.
Y lo peor, lo más grave, es que al final todo eso desemboca en frustración, sueños rotos, y, en muchos casos, la pérdida de dinero. Nos quieren hacer creer que todo es fácil, como ya lo han hecho antes, nos venden que hemos sido unos vagos, que el sistema esta corrupto por nuestra culpa, que ahora debemos alzarnos, montar nuestras empresas, ser más eficientes, y más gilipollas, sin duda.
El ejemplo de “Coches Paco” es la evidencia de que emprender no vale de nada si el modelo empresarial y productivo español no da un giro. Pero ese viraje no puede llegar de personas que apenas ganan 800 euros al mes con sus negocios, con sus sueños hechos realidad.
