Despropósitos para 2018

(28 / dic / 2017) - Este texto va dedicado para la primera persona que lo leerá. Porque sé que será la primera, porque de vez en cuando me recuerda que tengo el blog muerto; porque tiene razón. Además, es una persona que me hacer pensar, precisamente, lo fabuloso que es coger cariño a la gente, lo que se aprende escuchando, compartiendo risas y, por desgracia, también lamentos. Pequeños guantazos que te puede dar la vida, sobresaltos, dolores de cabeza... aunque siempre con un Ribera terminan pasando.

Por ello, toca hacer balance. Lo primero que me planteo es por qué narices lo hago de forma pública. Al rato me acuerdo... por qué no. Nos pasamos la vida fotografiando nuestros viajes, los momentos más íntimos... Total, qué más da un último texto, algo que sirva para darme cuenta dentro de 365 días de lo estúpido que era.

Pienso en este 2017 y me cabreo. Me entristece recordar que tengo un café pendiente aquí, una par de cañas allá; que hay mensajes que no he escrito, y me da vergüenza hacerlo ahora. Este año redescubrí lo bien que sienta conocer gente nueva. Compartir risas sin preocupación. Vivir y no rememorar. Hacer fotos y no mirar las de Tuenti.

Por eso me cabreo. El tiempo no me pertenece. Escribo este post mientras oigo el "pom, pom" del móvil. Sé que alguien quiere que haga algo. Falta poner una foto aquí, cambiar algo allá... el periodismo me apasiona, mi trabajo me entusiasma, pero a veces me da miedo que ese trabajo lo sea todo. Todo lo que otras cosas ya no son.

UN AÑO DE CAMBIOS

Y no me quejo. A mitad de año tuve que tomar una decisión complicada. Buscar un nuevo horizonte profesional. Todo me salió de cara. Apenas tuve unos días de vagar por las calles sin pensar en nada. Llegó a mi vida 'Merca2'. Desde entonces esa vida es de un proyecto que me apasiona, por el que sudaré todo lo que pueda y en el que me encuentro feliz.

Además, sigo aprendiendo; conozco a gente nueva; viajo... vivo bien. Ser periodista me gusta. Aunque el periodismo -en ocasiones- no tanto. A veces, me causa dolor. Sobre todo porque suele sacar lo peor de la gente, de personas a las que tienes aprecio y te sorprenden... aunque también te permite descubrir a gente maravillosa, que valen más de lo que escriben, y que merecen más de lo que cobran.

LO QUE ESTÁ POR VENIR

Pero no hemos venido a lamentarnos. 2017 ha sido un buen año. La familia bien; la pareja genial... no se puede pedir absolutamente nada más. Hacerlo es absurdo. Tanto como no sacar pecho por ser feliz. Hace poco leía un artículo que venía a decir que somos una sociedad obsesionada con la felicidad. Pensé, "el autor es gilipollas". Prefiero vivir obsesionado con buscar la felicidad que con abrazar la tristeza.

Y sí, lo sé. La vida al final balancea con mala leche. Si puede poner una zancadilla, la pondrá. Pero entonces no queda más remedio que ponerle buena cara. Una sonrisa, que además es gratis. Y eso es lo que pienso hacer este 2018: regalar sonrisas. Para el pesimista, para el borde, para los desilusionados, para los cobardes... para todos, una sonrisa.

LO QUE SUMARÁ

Además de las sonrisas, "dientes, que eso les jode"; también hay cuestiones que me propongo todos los años, y nunca cumplo. Leer más; ver más cine, aumentar mis películas votadas en Filmaffinity... pero nada. Soy realista. Leer, leo sobre lo que necesito para mi trabajo. Que ya es una barbaridad. Y ver, ahora me he pasado a las series, que son más entretenidas.

Además, hablando de ver, mi poco tiempo libre lo consumo de forma casi obsesiva viendo baloncesto. Un deporte, por cierto, al que también intento entregar mi cuerpo y alma. Sobre todo alma. Porque estoy más gordo, lo sé; y ya no ando para muchos trotes. Aunque nada sabe mejor que un domingo de partido.

Y así quiero vivir mi 2018. Tomándome los cafés que debo, bebiendo las cervezas que adeudo; y luego quemándolas en el baloncesto. Con eso me conformo. Todo lo demás solo hay que buscarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Designed By Blogger Templates