(10 / jul / 2017) - Este texto iba a comenzar con la cita de algún filósofo o pensador. Siempre luce bien. Pero es mejor ir directo al grano. Después de dos años y varios meses he puesto fin a mi etapa en SABEMOS.
Tomar la decisión no ha sido fácil. SABEMOS nació en abril de 2015, y desde entonces he estado al pie del cañón de lunes a domingo a cualquier hora del día. Primero como editor; y de inmediato, también con funciones de redactor. Cada mañana durante más de 800 días lo primero que he hecho ha sido ver si SABEMOS amanecía en orden. Eso ha llegado a su fin.
Desde hace meses el diario ha ido perdiendo al núcleo central de su plantilla. Estas marchas ya se fueron dando durante 2016, hasta llegar al punto en que la web no tenía nada que ver con su nacimiento. Además, a principios de año SABEMOS fue adquirido por otro grupo mediático. Mi intención fue seguir remando por el proyecto, pero finalmente me he bajado del barco.
En esencia SABEMOS ya no es SABEMOS. Ni rastro del proyecto y las ideas con las que nació. Por lo tanto, he tomado la decisión de abandonar el medio y buscar otras alternativas profesionales que vuelvan a generarme ilusión. Quien me conoce sabe que lo he dado todo para que saliera adelante. Ahora deseo lo mejor tanto al medio como a los nuevos dueños.
UN BONITO RECUERDO
En estos momentos SABEMOS ya es un bonito recuerdo. Al menos para mí. De estos dos años guardo el mejor de los recuerdos. Han estado plagados de buenos ratos, estrés, agobios, risas y mucho trabajo. Es evidente que el proyecto no ha tenido el recorrido que se esperaba, no hay que ser hipócritas, pero el camino se ha peleado. Y el resultado ha sido innegable. El equipo que se formó era muy potente. El hecho de que llamasen a su puerta otros medios para fichar desde el primer momento, pone de relieve la calidad que hubo. La consecución del modelo de negocio es otra película.
En cuanto al reguero de agradecimientos, en primer lugar -lógicamente- debo mencionar a Miguel Ángel Uriondo. Director inicial de SABEMOS que confió en mí para la tarea de edición web y redactor de tecnología. Además, he podido aprender mucho gracias a la gran cantidad de horas que hemos trabajado juntos.
También tengo un especial agradecimiento para Clara Navarro. Ahora editando redes sociales en medios de gran envergadura, durante mucho tiempo supuso un pilar esencial para seguir luchando por el proyecto.
No me puedo olvidar de Pablo Bronte, David Page y David Martínez, con quienes he pasado grandes momentos. Momentos de esos que se echan de menos. Son gente maravillosa de los que he aprendido mucho, y espero poder seguir haciéndolo en el futuro.
Y no me quiero olvidar de Eduardo González, mi compañero de edición en los primeros meses; así como de Nicolás Sarriés y Ana Tudela. Un placer (y una suerte) haber trabajado a su lado. Como tampoco me olvido de Ainoa, Cristina y Eric, los becarios que pusieron todo su trabajo para que el proyecto saliera adelante.
UN CAMINO POR ESCRIBIR
¿Y ahora qué? Ninguna puerta cerrada y muchas ganas de seguir aprendiendo. Mi salida ha sido, pese a meditada, algo sobrevenida. Por lo tanto no hay ningún proyecto sobre la mesa. Pero las ganas de seguir haciendo lo que más me gusta siguen intactas.
Por ahora reactivaré mi proyecto personal de 'AhoraEmpresas.com', para seguir tratando la actualidad de las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones. Y pronto habrá que valorar todas las opciones que vayan surgiendo, tanto en medios generalistas, especializados; como redactor freelance... o incluso si monto mi propia 'startup'.
El camino no será sencillo. El panorama mediático sigue bastante frágil. Como le ha sucedido a SABEMOS: los medios nacen, crecen y mueren. Y los que buscan la consolidación tampoco están para alardes. Aunque lo importante, y lo llevo en la mochila, son las ganas de seguir peleando para que haya un pelín de mejor periodismo cada día.
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