La sala de fiestas de mi ombligo


(18 / nov / 2015) - De cuando en cuando, sobre todo si hay fuertes impactos sociales, como el que ha provocado los atentados de París, la prensa sale escaldada. Aunque realmente recibe golpes de la propia prensa, ya que los ciudadanos viven ajenos a una realidad que los medios de comunicación no quieren asumir.

 "Vosotros los periodistas". Esa frase la he escuchado muchas veces de gente que no es periodista. Y es que, aunque no lo parezca, en España hay más personas 'normales' que periodistas. Pero nos cuesta asumirlo. Creemos que toda trama empresarial interesa a Matías, carnicero de Torrelavega; o que la historia del camionero bisexual belga que trabajaba en un prostíbulo de El Cairo, y que se vende como "el temazo del día", preocupa a Rosa, administrativa en una gestoría en Lugo. 

No y no. Que OHL tenga líos en México y abra la portada de algún medio digital no interesa a Matías ni a Rosa. Pero tampoco les interesa si Mediaset ha cubierto bien lo de París, o si al día siguiente ha ido Ana Rosa para pasear su porte. No. Todo eso solo nos preocupa a los periodistas. Otra cuestión al margen es el rollo de la salud democrática a través de un periodismo responsable, etc. Pero eso para otro rato. 

Estos días muchos trinan embrabecidos sobre las rectificaciones que se dan y las informaciones falsas. ¿¡Cómo se puede decir que había explosivos en un estadio de fútbol si luego no era cierto!? ¿¡Han dicho que había 20 muertos y luego eran 15!? Todo eso se puede decir porque no interesa a nadie. Es decir, claro que nos afligimos y duele que haya muertos. Cómo no. Y claro que es cruel esta barbarie. Pero seamos sensatos, todo esto provoca rechazo cuando nos afecta de verdad, directamente, cuando lo sentimos. Todo lo demás nos resulta indiferente, incluido el periodismo y los periodistas. 

Cada día se diagnostican 4 o 5 males que sufre el periodismo, pero hay uno que no queremos ver: a las personas les importa una mierda lo que pasa lejos de su ombligo. Ha sido un golpe imposible de olvidar lo sucedido en la sala de fiestas Bataclan. Pero el golpe duro de verdad pasa cuando la sala de fiestas es de tu barrio. Cuando algún familiar o amigo directo sufre de verdad. Lo demás es un teatro que formamos los medios, políticos y agentes sociales para entretener al personal. 

Cada vez observo más incrédulo cómo los periodistas escribimos para los periodistas. De hecho, es muy sencillo adivinar cuándo un medio no escribe para que le lean las empresas o la gente relacionada con la comunicación: al hacer listas o textos que empiezan con una pregunta. Solo en esos casos, masticados y banales, se escriben cosas para que otros lo vean. Lo demás es autoconsumo. 

Todo tiene su lógica. Los periodistas nos hemos enrocado en esta situación por dos motivos: 

1. A la gente le interesan cada vez menos las noticias. Y les doy la razón. Si han sido dos o tres muertos en el último tiroteo en París no me va a aportar nada. Aquí rescato lo escrito hace un tiempo, y es que no hay ni una sola noticia que leas cada día que te afecte directamente o vaya a cambiar tu vida. En eso nos hemos convertido los periodistas, en máquinas de crear irrelevancia

2. El otro motivo tiene que ver con la guerra por la llamar la atención. Se ha entrado en una espiral de crear historias aparentemente importantes para generar expectación y atrapar clics o lectores para hacer negocio. ¿Pero realmente me interesa la historia de ese emprendedor que ha hecho girar los molinos del Quijote con excrementos de cabra tras una ronda de financiación de una empresa controlada por la compañía que paga la publicidad de mi medio? No. 

Periodismo para periodistas. Hemos perdido la esencia de hacer que las cosas interesen a las personas. Por eso las polémicas sobre la cobertura de los atentados preocupan a los propios periodistas que andan al quite para burlarse, decir que se han equivocado, o que han añadido un muerto más a la lista. Se dice que los políticos han desconectado de la realidad... creo que los periodistas hemos hecho lo mismo.

1 comentario:

  1. El auto consumo en el periodismo efectivamente puede motivo dede que realmente ese vivimos en un estado de información o bien periodismo burbuja que sólo interesa a unos pocos o que no llega a lo esencial del relato. Pero en cualquier caso pienso que todo puede convivir más mal que bien, como en Sálvame.

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