Desde hace bastante tiempo, y con la pesada e insistente propaganda que hace el Gobierno a cuenta de si ya hemos salido de la crisis, bromeo cuando hablo del asunto y sostengo que realmente el ejecutivo de Mariano Rajoy tiene toda la razón del mundo: “ya hemos salido de la crisis”. La gente, alarmada, me recrimina que cómo vamos haber salido de la crisis con más de un 25% de paro y un país en la ruina.
Pues sí, hemos salido de la crisis, y lo que tenemos que afrontar de una vez es que durante los próximos 10 o 15 años las condiciones del mercado laboral, y en general de la sociedad, serán las que tenemos ahora. Para creer esto, o no, se pueden hacer dos cosas. Una, coger a pies juntillas los datos que proporciona el Gobierno y engañarse a uno mismo y creer que porque se vendan más tractores de color rojo a Ucrania nuestra macroeconomía ha mejorado; o dos, escuchar a la calle, prestar atención a la gente, y aislando los dramas personales que siempre puede haber, palpar esa realidad de amigos, familiares y allegados.
Yo opto por la segunda, y para ello pongo dos ejemplos:
Yo opto por la segunda, y para ello pongo dos ejemplos:
Llorar en Facebook
Utilizado como muro de las lamentaciones más que como cualquier otra cosa, justo hace una semana escribí en Facebook que había hablado con un par de personas que, siendo titulados universitarios, su salario estaba muy por debajo de los 1.000 euros al mes, pero muy por debajo. Y de repente, la tragedia… No una, ni dos, ni tres… sino media docena de personas comentaron la publicación y decían que sus salarios también se encontraban muy por debajo de los 1.000 euros al mes (prácticamente la mitad), y además, no siempre en medias jornadas o parciales, sino que en algunos casos en jornadas que casi están en las 35 horas semanales.
Eso es la economía real, la que nos ha dejado una Reforma Laboral que precisamente alienta esas mini contrataciones para hacer trabajos que realmente deberían y podrían hacerse en otro tipo de jornadas para desarrollar una verdadera capacidad productiva. Esa es la realidad que tenemos, no la de una recuperación económica, sino la de un hundimiento en la renta de las personas hasta límites que rozan la miseria.
A todo esto aparece el señor Rajoy para decir que “es mejor apostar a ganar un poco menos y a mantener el mayor número de puestos de trabajo posible”. ¿Ganar menor dinero?, ¿todavía?
El ejemplo argentino
Otro caso que quiero comentar para hacer ver que una cosa son los números, y otras las personas, tiene que ver con una chica argentina que conocí hace ya varios años. Cada cierto tiempo tengo correspondencia electrónica con ella, y cuando le hablo de la situación de España, la crisis y lo mal que estamos, siempre me dice que en Argentina están peor.
Ante eso, yo le digo que las noticias que nos suelen llegar tienen que ver con recuperación y un resurgimiento de su economía. A lo que ella me contesta que todo eso simplemente son palabras de cara a la galería, y que Argentina sigue igual de mal que hace 10 años. Es más, me dice que la situación se ha estancado en esa ruina económica, lo que pasa, y aquí es donde viene la gravedad, es que me comenta que se han acostumbrado a vivir relativamente con poco.
“Se han acostumbrado”, aquí nuestro siguiente paso, llegar a asumir que los salarios que están por debajo de los 1.000 euros son una normalidad que nos acompañará en todos los sectores y a la inmensa mayoría de los trabajadores. Así pues, que nadie sufra, la crisis se ha acabado, ahora bien, que nadie espere que esto mejore, porque la realidad de la próxima década ya la hemos empezado a vivir.
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