Buscando el optimismo perdido


(31 / dic / 2012) - Desde hace un par de años ya no me planteo nuevos propósitos en el comienzo de un nuevo 1 de enero. Antes creía en ello, en la esperanza de enmendar los errores cometidos durante todo un año, hacer un borrón y generar nuevas expectativas e ilusiones. Pero tener la certeza de que el camino por el que vamos nada tiene que ver con el que teníamos en la cabeza, me hace pensar que lo mejor es ir día a día.

Esto no quiere decir que no se tengan expectativas, proyectos, o toda clase de ideas que llevar a cabo, pero la edad, que uno ya va cogiendo años, te hacer tener en cuenta la frustración que provoca no conseguir los objetivos que se plantean. Por eso, insisto, lo mejor es mezclar las expectativas con la realidad.

Y si no me marco una línea de propósitos para 2013, tampoco quiero hacer balance de 2012. Ha sido un año raro. En lo personal me ha ido bien, he ido madurando como persona y como animal de compañía, pero en el plano profesional ha sido un batacazo.

Despedido de mi trabajo por el clásico ahorro de costes, y las pocas luces de un jefe cortoplacista, al empezar el verano; desde entonces todo ha sido un tanto extraño. Viendo de frente la mayor crisis del periodismo que ha tenido esta profesión, poco a poco uno intenta hacer frente a la nueva realidad y afrontar nuevos caminos.

No rechazo ser periodista, de hecho es por lo que lucho cada mañana desde que me levanto, pero la realidad golpea de manera muy sincera, por lo que hay que escucharla y empezar a tomar decisiones. La primera ha sido ampliar el CV. ¿Más? Sí, no hay más remedio. Si con dos carreras y un Máster sigo sin dar el perfil, tendré que seguir preparándome para la pelea. Por ello estoy metido en el mundo del Marketing Digital y todos sus entornos comerciales. No sé ni cómo ni por dónde saldrá el experimento, pero no me voy a quedar de brazos cruzados.

Mientras, sigo con 'SIN HORA de Cierre' intentando batallar en el mundo de la blogosfera, y pretendo que el buen trabajo que se hace tenga reconocimiento.

En 2012 dejé de hablarme con gente, conocí a otra nueva, hice cosas que no me gustaron del todo, y algunas (pocas) de las que me siento satisfecho. Sería muy fácil decir que 2013 será distinto, que intentaré que todo cambie y bla, bla, bla... Como he dicho, quiero ir día a día, intentando convertir el pesimismo en esperanza, y sobre todo, seguir creciendo como persona y profesional.

1 comentario:

  1. "intentando convertir el pesimismo en esperanza, y sobre todo, seguir creciendo como persona y profesional"

    Me quedo con esta frase.

    ResponderEliminar

Designed By Blogger Templates