Comer mierda es bueno

(1 / ago / 2011) Creo que una de las mejores cosas que he hecho en la vida es comer mierda.

Bueno, vayamos por partes. Que nadie piense que hablo de comer mierda en el sentido gastronómico, me refiero a la forma figurativa en la que me he ido moldeando como persona y profesional. Es decir, que hasta llegar a donde he llegado, y tampoco es que haya llegado muy lejos, he tenido las suficientes dosis de mierda, tanto en el ámbito profesional al que me dedico como en otros, para poder saborear mejor los pequeños triunfos que te da la vida.

Creo que para poder saborear el buen chocolate suizo, primero hay que comer muchos bocadillos de mortadela. Lo malo es cuando te acostumbras desde muy joven al chocolate Milka, te haces a él, y luego ya no sabes si tu aspiración es poder probar chocolate suizo, o si todos los chocolates saben igual, se pierde el sentido de la realidad.

Por eso, a veces no entiendo a la gente que no aspira a comer mierda, cuando es lo más sano y conveniente que hay en el mundo de la comunicación. Además, es lo más sencillo. Explotadores, sátrapas sin escrúpulos y medios sin moral hay por todas partes.

Pero además, no solo hay que comer mierda en becas o prácticas sin remunerar. Una forma muy apropiada de aprender formalidad laboral, rigor y seriedad, es ocupar puestos profesionales de cualquier índole. No es por presumir, cosa que tampoco tendría sentido, pero mis dos años de telemarketing, vendiendo por un lado y, atendiendo por otro, siniestros de hogar en Mapfre, me han ayudado muchísimo para poder apreciar lo que hago ahora.

Luego mis duros meses catalogando como documentalista, los días de administrativo... En definitiva, mucha mierda comida. A ello hay que sumar el año de becario en El País, las prácticas en La Verdad de Murcia, las noches en la radio sin apenas cobrar...

¿A dónde me conduce todo eso? Pues a un lugar muy simple, al del dulce paladeo de las cosas. A que nadie me haya regalado nada, a que todo haya sido costoso y no haya llorado ni me haya quejado por si cobraba poco o trabajaba muchas horas.

Me duele ver a los jóvenes y no tan jóvenes indolentes que tienen ante si oportunidades muy buenas y que dejan pasar por creer que las cosas deben ser fáciles por ley. Que exigir es parte del pasado y que la dureza es para los pringaos. A veces me molesta ver estudiantes de periodismo que quieren trabajar antes de acabar la carrera, recien licenciados que exigen un puesto, gente que nunca se ha enfrentado a nada y ya cree saberlo todo.

En fin, espero que toda la mierda que he comido, y la que espero seguir degustando, pueda moldear mi paladar para que todo lo que llegue me sepa mejor.

1 comentario:

  1. El problema viene cuando tras cuatro años de comer mierda no te dejan ni que te acerques al chocolate Milka, ademas la sabiduria popular dice: "ni ames a quien amo ni sirvas a quien sirvió", de lo que se intuye que en unos años los que sobrevivan en la comunicación seremos los sátrapas del futuro...

    Salud!

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