
No sé por qué extraña e incomprensible razón que no alcanzo a entender, desde hace unas semanas estoy enganchado a la prensa en papel, de todo tipo. He comprado más periódicos y revistas que en toda mi época de estudiante. De hecho, me he acostumbrado a esa maravillosa tinta negruzca que te deja las manos asquerosas, y por ende la cara cuando te la tocas.
Supongo que este extraño enroque con el romanticismo clásico del periodismo viene derivado por dos motivos. Primero, no me apaño del todo a leer la prensa en mi dispisitivo móvil. Hay gente que lo lleva de maravilla y está super contenta, pero yo, por más vueltas que doy a la pantalla, no acabo de verlo claro. El otro motivo, como bien digo, es un una especie de anacronismo romántico que me devuelve a la esencia de lo que algún día quise ser: periodista.
Y es que, por más que los 'niños 2.0' digan, y yo soy uno de ellos, el periodista de verdad lleva tirantes y escribe para el papel. Vale, quien quiera puede pensar que soy un revisionista, etc, etc... Pero no es así, simplemente es un ataque melancólico de unas formas que, al menos en apariencia, parecían tener más solemnidad.
Con todo ello, y a riesgo de que alguien me llame estúpido tras mi defensa del papel, creo que dicho formato está muerto. La evidencia, una más, puede verse en eleconomista.es y su 'superLunes'. Adiós a la edición en papel, al menos tal y como se conocía. Y es que desde hace un tiempo, y dicho por otros, la prensa escrita en papel va a tender a desaparecer. Que nadie se asuste, esa desaparición será entre semana. Mi apuesta, clara y decidida sobre la vida de este formato, es que los fines de semana habrá edición impresa, con sus regalos y revistas, y los días laborables, el que quiera, lo podrá ver en la web, o como sustitutivo podrá descargar una edición, muy parecida a la del papel, en su dispositivo móvil.
¿La temporalidad en llevarse a cabo todo esto? Supongo que dependerá de la plena implantación de los terminales móviles como soporte definitivo. Estará el que diga que eso ya existe, pero yo le invito a que hable con mi padre, los amigos de mi padre, y los amigos de los amigos de mi padre. Ellos también configuran una Red Social (muy amplia por cierto), pero sin Facebook, Twitter, ni dispositivos de última generación con la que leer prensa online. Por lo tanto, de momento, ¡¡ larga vida al papel !!
me encanta la conclusión final y la recomendación de hablar con los mayores... yo no me imagino un parque sin abuelos con periódico, ni una sala de espera sin señoras con revista.
ResponderEliminarY los móviles están muy bien... pero si tengo que dejarme la vista en una pantallita de semejantes dimensiones para leer el periódico acabaría por no leerlo!
Por lo "periodista de verdad" te estas refiriendo a Pedro jota, verdad?. jaja..
ResponderEliminarahora voy a dar el toque populista que le falta al blog.
No a la prensa en papel!. No a la tala de árboles en la Amazonia.