
Pero, y los blogs, ¿son para el verano?
Yo creo que no. De hecho no sé muy bien por qué, pero me da una pereza horrible enfrentarme al teclado y escribir algo que me guste. Y si evidentemente no me gusta a mí, dudo que pueda gustar a nadie que malgaste el tiempo pasando por aquí. La solución podría pasar por dejar de escribir, tomarse un tiempo de relax y volver en septiembre con los dedos ociosos y con ganas de pegar a las teclas, pero uno no puedo resistir la tentación de escribir cualquier cosa aunque luego no tenga pies ni cabeza.
Así que, de antemano, pido disculpas a quienes pasen por aquí y derrochen tiempo y vista en leer lo que escribo. No obstante, puedo prometer y prometo que intentaré esforzarme al máximo por dar algo de sentido a estas líneas que vomitaré sobre el Blog. Además, en principio ese era el sentido de este pequeño lugar: escribir más y mejor. Aunque en lo que a mí respecta sólo puedo asegurar una... la de escribir más.
Haré de tripas corazón e intentaré volcar todos mis esfuerzos en depositar palabras con sentido, aunque ya no las lea ni mi buen compañero de "humos y cerveza".
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