Quienes hayan tratado conmigo saben que soy muy crítico con la sociedad. Es más, por momentos elevo el listón de la responsabilidad y digo que, en general, las personas somos muy culpables de la actual situación económica.
Vivir por encima de unas posibilidades que nosotros mismos quisimos crear, pedir un dinero que no podíamos devolver, amar lo tangible por encima de todo... Esos pecados deben ser atribuídos a la sociedad sin miramientos. Puede ser duro, pero es la realidad.
Ahora bien, que llegue el capo máximo de Mercadona, Juan Roig, y diga que la culpa es de todos los españoles, parece un chiste de mal gusto. Mete en ese saquito, aunque de resfilón, a políticos, bancos y empresarios, pero nada, sin mucho que ver, la culpa de esta crisis económica es de mi padre que lleva trabajando desde los 16 años sin parar. Sí Juan Roig, o mía, que llevo desde los 21 entre becas, curros precarios y demás, cotizando a la Seguridad Social.
En el rango de responsabilidades, ¿no tendrá algo más que ver en todo esto de la intervención y el rescate situaciones como la de Bankia?. A lo mejor es que no sé mucho de economía, pero creo que una empresa de la importancia de Bankia no puede falsear sus cuentas, vamos, digo yo.
Lo cierto es que Juan Roig me parecía un tipo simpático. Inteligente para los negocios y un triunfador, qué duda cabe. Pero entre estas palabras que acusan a los ciudadanos españoles de la crisis, y sus célebres comparaciones con los chinos, el señor Roig destroza una imagen bastante buena y la transforma en la de un empresario malencarado como muchos otros.
La culpa de la actual situación es de todos, sí, pero sin pasarme. Yo y mi grupo de amigos no podemos reventar el sistema bancario como ha hecho la ex entidad del osito. Ni cobramos millonarias indemnizaciones por no haber hecho nada.
Vivir por encima de unas posibilidades que nosotros mismos quisimos crear, pedir un dinero que no podíamos devolver, amar lo tangible por encima de todo... Esos pecados deben ser atribuídos a la sociedad sin miramientos. Puede ser duro, pero es la realidad.
Ahora bien, que llegue el capo máximo de Mercadona, Juan Roig, y diga que la culpa es de todos los españoles, parece un chiste de mal gusto. Mete en ese saquito, aunque de resfilón, a políticos, bancos y empresarios, pero nada, sin mucho que ver, la culpa de esta crisis económica es de mi padre que lleva trabajando desde los 16 años sin parar. Sí Juan Roig, o mía, que llevo desde los 21 entre becas, curros precarios y demás, cotizando a la Seguridad Social.
En el rango de responsabilidades, ¿no tendrá algo más que ver en todo esto de la intervención y el rescate situaciones como la de Bankia?. A lo mejor es que no sé mucho de economía, pero creo que una empresa de la importancia de Bankia no puede falsear sus cuentas, vamos, digo yo.
Lo cierto es que Juan Roig me parecía un tipo simpático. Inteligente para los negocios y un triunfador, qué duda cabe. Pero entre estas palabras que acusan a los ciudadanos españoles de la crisis, y sus célebres comparaciones con los chinos, el señor Roig destroza una imagen bastante buena y la transforma en la de un empresario malencarado como muchos otros.
La culpa de la actual situación es de todos, sí, pero sin pasarme. Yo y mi grupo de amigos no podemos reventar el sistema bancario como ha hecho la ex entidad del osito. Ni cobramos millonarias indemnizaciones por no haber hecho nada.