Así matamos la "noticia"

(7 / may / 2018) - Una silla es una silla porque todos estamos de acuerdo en que la definición de la RAE nos convence como concepto de lo que entendemos que es una silla. ¿Pero qué pasa cuando no hay consenso en entender lo que significa algo? Pues que cada uno se apropia de la definición que mejor le conviene. Es un gran ejemplo de lo que sucede ahora mismo con el concepto periodístico de "noticia".

Picoteando un poco de la propia RAE, las bases académicas del periodismo y algo de lógica social, entendemos que los componentes esenciales de la noticia pivotan en el interés de lo que se quiere divulgar y, sobre todo, en la novedad. Luego habrá más ingredientes, pero como esenciales, esos dos.

Pues bien, de un tiempo a esta parte los periodistas nos hemos empeñado en llamar "noticia" a lo que no lo es. Una entrevista es entrevista porque tiene preguntas, un entrevistado y un entrevistador. El resultado: una entrevista. Simple.

Entonces, ¿cómo puede haber "noticias" que no tengan interés ni novedad y lo llamemos "noticia"? Medir el interés es complejo. Se dan circunstancias especiales, como el tipo de publicación, o el grado de especialización del medio, ect., que entrañan una dificultad añadida para los encasillamientos. Pero con la novedad parece obvio que si algo ya está publicado, y alguien cuenta exactamente lo mismo, sin añadir nada nuevo, ni fuentes adicionales, ni una visión distinta... ¿dónde está la "noticia"?

Vendemos a la gente contenidos de actualidad con titulares directos para dar a entender que son noticias. Porque se quiera o no, las noticias son las que marcan el sentido del periodismo. Dicho lo cual, cada vez estoy menos de acuerdo con esto, y además todos terminamos haciendo lo mismo; entonces, ¿por qué nos engañamos y no llamamos a las cosas por su nombre?

A la gente no le importa (y afecta) un carajo el 90% de las cosas que contamos los periodistas. No debe traumatizarnos. Sería más inteligente por nuestra parte explicarle a la gente que noticias, lo que de verdad son noticias, hay un par de ellas al mes. Principalmente porque conlleva tiempo, experiencia, fuentes... Y que, además, y dependiendo del sector y el tipo de medio, es muy probable que la den siempre los mismos. Aunque eso queda para otro post.

Por lo tanto, la mayoría del contenido que escribimos son artículos de actualidad con los que intentamos explicar el mundo. Ni primicias por ser los primeros en traducir algo de Reuters o mirar los primeros el BOE; ni exclusivas por contar algo que afecta a cuatro gatos. Y ni muchos menos son noticias cosas que a la gente ni le afecta ni le interesa.

El negocio cada vez es más duro. Sacar plata se complica, pero lo hacemos más difícil si perdemos la honestidad. Básicamente porque la gente deja de creer en el periodismo como algo necesario. Como una herramienta para informarse, formase y entretenerse. Mal le iría a un carnicero que diera cinta lomo por solomillo. Pues seamos sensatos, hagamos todo lo posible para informar a la gente, pero no confundamos al personal.