Pequeña, grande; da lo mismo
(2 / dic / 2011) - Hace más o menos un año, en el silencio de una redacción casi vacía, le pregunté "dónde quería estar dentro de unos años". Ella, sin el miedo a lo que yo pudiera pensar, me dijo que tenía ganas de trabajar en El País. Como es lógico, me eche unas risas.
Cuando yo la conocí hace un año, sus textos eran... digamos que de una persona que estaba en la Universidad. No es que sea yo ningún experto periodista, pero los años que mediaban entre ambos me permitían poder ver con más templanza todo eso. Le reproché su falta de realismo, a lo que ella me contestó, "ya, lo sé, pero bueno".
Hoy, un año después, puedo estar en mi casa escribiendo esto mientras que ella se sigue haciendo así misma en una redacción pequeñita, humilde, pero con las expectativas que aprietan para tener que seguir ganando lectores.
De ella puedo decir que es chiquitita, de mirada confusa y de sonrisa tardía. Su apariencia, más próxima a la de movimientos asamblearios, no concuerda con la de quien tiene que ir a desayunos con ministros y empresarios de alta alcurnia. Pero es su forma de ser y expresarse, y eso la honra.
Profesionalmente debo confesar mi más profunda admiración hacia quien ha sido capaz de dar un giro tan grande a su forma de escribir y comprender la realidad. Puede sintetizar, concretar, alargar, matizar... Igual habla de Rafa Nadal que de Nicolas Sarkozy, y todo con la grandeza de quien sabe lo que cuenta y cómo lo cuenta.
Todas estas palabras, que pueden sonar petulantes y aduladoras, se las dedico a mi compañera de faenas desde hace un año, Sandra Tobar. Cabreada con las redes sociales y lo que eso implica, la empujé a tener una cuenta de Twitter, y de ahí no pasa. Aunque escribiese párrafos y párrafos, no haría justicia a quien ha sabido creer que la sociedad y el periodismo estaba cambiando y había que realizar ese viraje.
No me cansaré de admirar a esta pequeña compañera cabreada con el metro sesenta, pero que tiene una grandeza enorme. Por su forma de escribir, de todo y bien, por su carácter indolente pero seguro, por su tozuda insistencia en querer mejorar. Por todo ello, hoy, viernes de #FF, para ti, porque siempre tendrás un seguidor fiel y para lo que necesites.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esa sandra como mola, se merece una ola!
ResponderEliminar