Cuando alguien me preguntó después de haber visto ‘La gran estafa americana’ “qué tal había estado la película”, mi respuesta fue sencilla y contundente, “bastante normal, pero los pechos de Amy Adams sublimes”. “¿Solo eso?”, alegó mi interlocutor, y la verdad es que unas semanas después de haberla visto, sigo pensando lo mismo, que no sé de dónde salen las 10 nominaciones a los Oscars, incluidos Película y Director.
Bien es cierto que tan solo soy un mero aficionado al cine, muy lejos de creerme un entendido ni nada por el estilo. Pero desde hace varios años, y en los diversos blogs que he tenido y gestionado, cuando ha llegado el mes de enero procuro ver todas las películas candidatas con cuaderno en mano para tomar notas cuando las veo. Pues bien, de ‘La gran estafa americana’ apenas tome tres líneas, y una de ellas hacía referencia, lógicamente, a los pechos bien encuadrados de Amy Adams.
Lo triste, y donde realmente se sitúa está película, es que la línea siguiente era para hacer otra apreciación, quizás algo más genérica, sobre su compañera de reparto, la también espectacular Jennifer Lawrence. Aunque viendo algunas imágenes, sus pechos deberían merecer otro renglón a parte.
¿Hay vida más allá de los pechos de Amy Adams y la sensualidad de Jennifer Lawrence en ‘La gran estafa america’? Pues seguramente puede que la haya, pero mi (6/10) otorgado en Filmaffinity a esta película deja muy claro que si me la ponen un sábado por la tarde en laSexta la veo sin más, pero ni mucho menos pienso que opta a 10 estatutillas. Y es que el gran problema es lo que pretende ser y luego no logra. Es decir, me recuerda un poco a esas grandes películas de engaños y ladrones donde se preparan planes que luego resultan ser todo lo contrario, con el gran final de ‘Sospechosos habituales’.
El año pasado el director David O. Rusell nos maravilló con ‘El lado bueno de las cosas’. Nos hizo sentir diferentes, especiales. Lo malo es que ha intentado repetir la jugada en un largometraje de actores donde logra posicionar a las 4 estrellas al frente de todas las nominaciones, pero luego la película queda bastante coja. Es más, en el bando masculino, tanto Christian Bale como Bradley Cooper realmente no están ni mucho menos ante sus mejores papeles. Y ellas tres, Amy Adams, sus pechos y Jennifer Lawrence, no están mal, pero ni mucho menos como para ser claras candidatas.
En definitiva, poco más se puede de hablar de una película que ni divierte ni entretiene, sino que simplemente se deja ver ante la alternativa de ver algo mejor. Así pues, seguiré viendo la galería de imágenes de Amy Adams, que al menos alegra la vista.
(Sinopsis) Un brillante estafador (Christian Bale) y su astuta y seductora compañera (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI (Bradley Cooper) que los arrastra al peligroso y atractivo mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey.
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