‘El lobo de Wall Street’ que poco aúlla


Cuando oyes por primera vez que Martin Scorsese anda haciendo una película sobre Wall Street y todo lo que se cuece a su alrededor, de forma inconsciente uno empieza a babear, y eso que no soy muy fan de las “grandes” que han tratado el asunto como las de Michael Douglas, pero qué remedio, en los maestros siempre hay que confiar. Aunque por desgracia, no siempre es oro todo lo que reluce, ni aunque estés situado delante del edificio financiero más importante del mundo.
 
Antes de ver ‘El lobo de Wall Street’ solo escuchaba buenas críticas, alabanzas hacia una película que no dejaba indiferente a nadie, una seria candidata a llevarse el Oscar como mejor largometraje del año… Una vez que la he visto, y supongo que sugestionado por mí mismo, ahora solo leo críticas negativas en torno a las dos horas y media que le sobran a la película, la falta de fuerza en el argumento, el contexto inexistente de Wall Street en el que se basa todo esto para sacar un par de tetas… 

Cuando me dispuse a votar la película en Filmaffinity, esta tenía un (8/10), y no estaba yo por la labor de ser tan generoso, aunque hay que reconocer al “César lo que es del César”, y pese a que no la sitúo entre mis películas favoritas, se lleva un merecido (7/10). Así pues, como digo, y pese a no ser algo que pasará a la historia, ‘El lobo de Wall Street’ entretiene durante 3 horas, algo de lo que ni si quiera otros pueden presumir

No obstante, de cara a estos Oscars, personalmente la descarto por completo para ganar las estatuillas de Director y Película, y donde sí que puede tener algo más de chance es en el papel de Leo DiCaprio, quien después e 4 nominaciones apunta de manera directa a subir al escenario en la madrugada del 2 de marzo. La competencia es dura, pero la interpretación del eterno “chico joven” está a la altura, al menos de quienes otros años se han llevado “el gato al agua”.


Por lo que respecta a la dirección, la película representa un paseo por la esencia de Martin Scorsese y su forma de rodar. La música, las historias que se desarrollan a lo largo del tiempo, la dureza de sus personajes… Si esto en vez de Nueva York fuera Las Vegas, ya sabemos de qué película estamos hablando. 

Pese a todo, y como periodista económico que me considero, el gancho que me lanzaron fue ese, el de una película donde se vería narrada la historia de un auténtico lobo de Wall Street. Pero al final no es eso, sino la secuencia de su vida en los excesos de quien tiene mucho y quiere más. Bien es cierto que en ese sentido es un fiel reflejo de lo que durante los años ’70 y ’80 supuso el mercado financiero americano, pero sobre la temática en la que pretenden embaucar a la gente, nada de nada. 

‘El lobo de Wall Street’ no es una película sencilla. Pese a ese entretenimiento del que hablaba, sus 3 horas y esos aspectos que giran en torno a los negocios que pretende llevar a cabo el protagonista interpretado por DiCaprio, no es algo que aconsejaría de ver a mis padres un domingo por la tarde, aunque claro está que los Oscars precisamente suelen querer escapar de eso, precisamente. 

(Sinopsis) Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.


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