La fragilidad de la memoria

Mario Conde escribiendo un artículo de opinión sobre la Justicia española.

Creo que con esa primera frase no haría falta escribir nada más. Aunque mejor pensado, quién mejor que él para hablar de la Justicia. Un hombre que a principios de los '90 hizo suyo el dinero de muchos otros. Un dinero trabajado, ganado con esfuerzo y sudor, y que este buen hombre pensó que sus arcas eran las mejores para tenerlo.

Pues bien, unos cuantos años después parece que ya todo está olvidado, y es ridículo, indignante y hasta ofensivo que Mario Conde se pasee alegremente por ciertos platós de televisión, o que escriba en algunos periódicos. Aunque claro, viendo por dónde se pasea y dónde escribe, ciertas fichas empiezan a encajar.

Simplemente una locura. Por más vueltas que intento dar al tema, no encuentro lógico para que sea tan sencillo ver a este señor en la vida pública. No niego una vez haya cumplido sus penas, y la reinserción haya logrado su objetivo, no pueda ser un ciudadano normal y corriente. Pero de ahí, a escribir sobre la Justicia...

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