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Una ronda de tetas y cervezas en 'Shameless' (#recomendación)

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Desde que se inventó Instagram nuestra realidad tiene un color distinto. No se trata de una mirada nueva o diferente, simplemente es cuestión de tamizar lo que sucede de verdad, poner un filtro para que las cosas hagan menos daño. Pues bien, ‘Shameless’, una serie que si todavía no has visto, ya estás tardando en hacerlo, pretende mostrar la realidad tal como es, sin un gris borroso que difumina los colores, o un desenfocado para no ver la mierda que hay por detrás. Todo claro, nítido y sin ojos borrosos.

Nate Davis, el héroe anónimo (#recomendación)

yo vi jugar a nate davis documental

Dicen que la televisión es una basura, pero como todo en la vida, hay matices, y lo importante es saber qué poner, dónde mirar y cuándo dejarlo. Bien es cierto que la pequeña pantalla con el paso del tiempo ha perdido una calidad que, ciertamente, nunca se sabe si tuvo. Sea como sea, uno de esos programas que ahora mismo está en una espiral ascendente de no parar es ‘Informe Robinson’.

La entrevista del entrevistado

Decir que RTVE tiene un grave problema a todos los niveles: económico, periodístico y de imagen, no es descubrir nada nuevo. Que algunos de esos problemas estén detectados, y no se haga nada, ya sí que empieza a ser preocupante. 

Al margen de los bandazos ideológicos que da el ente público, y que no debería dar, otro de los problemas que tendría que solucionar con rapidez es la capacidad periodística de algunos de sus profesionales en el área de informativos. 

No voy a menospreciar a nadie, ni mucho menos, pero creo que una televisión pública como TVE, con un alcance a más de 300 millones de hispanohablantes, debería considerar mejor a qué periodistas coloca en ciertos espacios. 

Todo este circunloquio introductorio viene a raíz de una entrevista llevada a cabo hace unos días en el canal 24h por la periodista y presentadora de 'La Noche en 24', Ana Ibáñez, al presidente de Ecuador, Rafael Correa. A continuación pongo un extracto de la entrevista en donde se habla de la libertad de prensa, expresión, etc, etc... 


¿De verdad que esa entrevista está bien preparada?, ¿no hay ningún otro profesional que pueda hacer esto mejor en la televisión pública? Me da lo mismo su ideología, su pasado, pero quiero a alguien que sea capaz de poner contra las cuerdas a un líder político, y no al revés. ¿Desde cuándo es el entrevistado el que hace las preguntas?, ¿por qué esa inseguridad? 

Bien es cierto que trabajar en RTVE y dar lecciones sobre la libertad de prensa y demás debe ser algo sonrojante, pero qué más da. Un profesional se debe a un medio con todas las consecuencias. Insisto en que no se trata de hacer sangre contra esta periodista, es simplemente que a lo mejor su momento no ha llegado. Como presentadora de informativos en el canal 24h ha mostrado solvencia y calidad, pero quizá se le quede grande otros aspectos periodísticos. 

Eso es lo que debe valorar RTVE si no quiere que su imagen siga cayendo en picado hacia un abismo irrisorio. En serio, la televisión pública debe tener a lo mejores profesionales. Y si no puedo permitírselos, al menos ser más selectivo a la hora de saber a quién pone dónde. Por el bien de todos.

Los becarios que generan la 'Marca España'

Durante casi tres años he sido becario. Lo he sido en el diario El País, en el diario La Verdad de Murcia, en Gestiona Radio, y lo he sido hasta de una ONG como Cáritas. También lo he sido en Europa Press, y creo que ya no me dejo más lugares en los que haya trabajado al 100%, pero sin el reconocimiento de un trabajador que hace su función. 

Se puede pensar que he sido estudiante, que estaba en proceso de formación, y que por lo tanto, no desempeñaba tareas de responsabilidad en esas empresas. Pues bien, no llevaba las cuentas ni nada por el estilo, pero en cada uno de los sitios donde he estado he hecho lo mismo que el trabajador que había al lado. Con mis aciertos y mi fallos, pero siempre al máximo. Además, en muchos de esos casos he llegado siendo titulado, incluso por partida triple. 

Todo esto viene a colación por la polémica que se ha suscitado en torno al director del programa de Intereconomía, Punto Pelota, Josep Predrerol (@jpedrerol). Primero, el video de la discordia. 


Sí, él no quiere becarios. El problema es que no los quiere, pero los tiene. No confía en ellos, pero los necesita para ahorrar costes y así poder ganar el buen sueldo que ganará. 

Simplemente vergonzoso. Pero ahí no queda todo. A raíz de la polémica suscitada en las Redes Sociales, ya saben, ahora hay que quedar bien ante los "pajaritos", pues el bueno de Pedrerol "ha pedido disculpas". 


El ejercicio de egolatría que han visto lo llama pedir "perdón". Más de 6 minutos hablando sobre el programa, la audiencia, su persona, su forma de trabajar, que no engaña a la audiencia... Y, entre todo eso, un pequeño y falso "lo siento". Además, justo en la frase de antes dice que en la televisión hay que poner buena cara y ser falso, y acto seguido quiere que se le tomen en serio esas disculpas. 

Simplemente vergonzoso. La verdad es que duele. No ya por haber sido becario tantos años, puesto que por suerte los jefes que tuve en fortuna siempre fueron amables, atentos y no pensaban "hoy me ha tocado el becario". Me repele ver las imágenes. Sobre todo por la falsedad que se desata en ellas. No en la disculpa, no en las voces de "no quiero becarios", sino porque sucede lo mismo en todas las empresas de este país. 

Yo conozco becarios, a nivel periodístico, que van al Congreso, al Senado, cubren ruedas de prensa de ministros, jefes de Estado internacionales, hacen más de las 8 horas "legales"... y todo siempre con la mejor voluntad y entrega posible. Lo hacen para que sus jefes, y los jefes de sus jefes, puedan tener buenos coches, vacaciones pagadas y solo tengan que poner su firma. 

La vida es injusta, y gracias a personajes como Josep Pedrerol uno se reafirma en que la suerte no siempre favorece a los mejores.

24 horas sí, ¿pero a qué precio?

En la noche del día de ayer, y tras los problemas griegos y su votación sobre los nuevos ajustes para recibir la siguiente parte del "rescate" económico, en las redes sociales se abrió un intenso debate, bueno, un debate twittero, ya saben.

El tema era por qué el canal 24h de TVE no estaba retransmitiendo la votación del parlamento griego. Al margen de que muchos piensen que se trata solo de pinchar la señal y que salgan los "moñigotes", la realidad sensata del asunto es que para dar cobertura un domingo por la noche de tal acto, se necesitan por lo menos una decena de profesionales a los que se debe pagar. Además, hay gastos derivados de la retransmisión que no son ajenos.

Tras varios tweets cruzados, todo el mundo exigía que el 24h de TVE debe cubrirlo, puesto que se pagan unos impuestos y debe haber cobertura informativa. Ahora bien, empiezo a plantear cuestiones. ¿Por qué Grecia y no las primarias en Venezuela?, ¿puede endeudarse más la televisión pública con un canal 24 horas cueste lo que cueste?

Hace unas semanas, en los magníficos Café&Periodismo, se reunieron varios ex de CNN+. Las conclusiones fueron muy claras: un canal temático informativo de 24 horas es un gasto enorme, las audiencias son pequeñas y se trata de una retroalimentación para los propios profesionales de la comunicación.

Vayamos por partes. TVE simplemente no puede permitirse un canal 24 horas que esté todo el día cubriendo información nacional e internacional. Habría que pagar muchos impuestos por parte de los españoles, más de los que pagamos. Segundo, de verdad interesa a todo el mundo. Es decir, el 24h pone reposiciones de porgramas de La2 que son medio interesantes, y aun así la audiencia es dimunuta. Y por último, pinchar la señal en una comisión de Agricultura del Congreso, ¿realmente es de interés? O solo vale para los periodistas y medios que quieren cubrir eso.

Es duro y doloroso ver que un país de casi 50 millones de personas, con intereses reales y políticos en otro continente como es América, miembro de la Unión Europea, etc, etc, no tenga un canal informativo de 24 horas, pero la realidad es la que tenemos. Público no puede ser, y el modelo privado cerró porque estaba aurruinado.

Claro que me gustaría poder enchufar ahora mismo el 24h de TVE y que no estén con el bucle constante toda la mañana. Que tenga entrevistas, conexiones con EEUU, con Australia... Pero la realidad, como se demostró en CNN+, es que eso interesan a menos del 10% de los españoles. Lo demás, pura hipocresía.

No soy neoliberal, pero...

(29 / ene / 2012) - Tras ver el último programa de 'Salvados', conducido tan bien por los terrenemos de la demagogia, como suele hacer con éxito Jordi Évole, me planteo una serie de cuestiones. 

Primero sobre el último programa: #quehagoconmidinero. Lo cierto es que me esperaba más dosis demagógicas, y aunque solo ha presentado un lado de la banca, la entrevista final con el maestro José Luis Sampedro, bien merece un programa así. Por ello, un aprobado alto una vez más para 'Salvados', pese a que en muchas ocasiones soy muy duro y crítico con Évole, y si lo que hace es periodismo o no. 

No obstante, el problema, en realidad, no es suyo. Él no dice que haga periodismo, es como siempre, la gente, que sin saber lo que es periodismo, llama a lo que hace Belén Esteban, cuando quieren insultar, o lo que hace Évole cuando quieren ensalzar, sin el término medio de comprender que ni una, ni otra cosa, son periodismo. 

Centrando el tema, y primero viendo el plano no personal, debo decir que me sorprende, negativamente, la actitud de la gente cada vez que hay un programa de 'Salvados' que habla de economía. Me irrito tanto que intento no meterte en Twitter, porque ver una tras otra expresiones de sorpresa ante cosas que se llevan haciendo años y años, y que la gente se entere ahora, me parece que describe muy bien cómo está el nivel de conocimiento económico en España. 

Por otro lado, esto, sumado a la única visión que aporta el programa, me introduce en la preocupación de que la gente sólo tome una parte. Pienso esto porque si antes no lo conocían, y ahora sólo conocen media parte de la historia, no sé qué es peor: si ser ignorante, o un ignorante manipulado. En cuanto al contenido personal de este post, y tras recibir un sms de @rebearroyo durante el programa de 'Salvados', tildándome de neoliberal, debo decir que no, que no soy neoliberal, ni reaccionario, ni capitalista, ni nada que se le parezca. De hecho, soy firme defensor de la justicia distributiva de John Rawls, creo en la socialdemocracia y todos los valores que se encarnan en el progreso social, económico y cultural. 

Pero... aquí llegamos al punto, de un tiempo a este parte, noto que la hipocresía y el vicio por demonizar al sistema, hace que me ponga en la piel del abogado del diablo y diga cosas como que "todos los ciudadanos somos partícipes de la crisis", y cosas así. Es decir, hay niveles de responsabilidad, eso es evidente, pero cada cual, como persona, ciudadano, trabajador, empresario o lo que sea, debe asumir su parte de culpa.

La hipocresía del hipócrita

Últimanente llego tarde a muchas cosas que suceden en la actualidad. Pese a que estoy todo el día conectado al hilo de teletipos de una agencia de noticias, y tengo Twitter abierto, simplemente hay cosas que las bloqueo y no me llegan.

Por ejemplo me ha pasado con La Noria, la madre de uno de esos del 'caso Marta del Castillo' y todo lo que se ha montado, ficticiamente, en las redes sociales.

Finalmente, y pese a que no le he prestado ninguna atención a dicho 'caso', anoche me enteré de que Telecinco iba a entrevistar a la madre de uno de los asesinos. Y bien, ¿cuál es el problema?, ¿por qué se ha montado tanto revuelo y hoy sigue siendo TT en Twitter?

Los medios de comunicación han hecho de ese 'caso' una insignia nacional. Abre informativos, cierra periódicos. Y lo hace porque la gente lo demanda. La sociedad, ansiosa siempre de carnaza, gusta de este tipos de casos, y, evidentemente, lo demanda. Por eso, los medios, que son sobre todo negocio, lo ofrecen. Insisto, ¿cuál es el problema?

Si es problema de imagen mediática y salud informativa, no cuela. Vemos a ladrones en realitys, ex convictos como tertulianos, malechores como vicepresidentes de bancos... La lista es muy larga. Es decir, la televisión absorbe todo. Así que no sé cuál es el problema.

En cuanto a la ética, la moral, y las estupideces que se hablaban en Twitter... Bueno, a falta de las cifras oficiales, me juego este Blog a que tuvo un pico de los buenos. Luego, por morbo, curiosidad, o porque la gente lo demanda y posteriormente lo consume, ¿dónde está el problema?, ¿quién tiene la culpa?

Yo no lo vi, no me interesa lo más mínimo. Pero si miles de personas lo vieron, es porque querían verlo. No culpemos a Telecinco, hagamoslo con esas cientos de miles de personas que pusieron la televisión y lo vieron. Pero no seamos hipócritas, ni creamos que el mundo acaba y empieza en Twitter, las redes sociales y demás. La "telebasura", al igual que el "periodismo basura", existe porque se demanda, y punto.

Los veranos de antes

Primer día de vacaciones después de un año sin ellas, y a las 8 de la mañana estaba despierto. Supongo que al igual que se coge ritmo para trabajar, hay también un ritmo para desconectar.

No obstante, haber estado con los ojos como platos a esa hora, me ha servido para reconciliarme con mi época preadolescente. Por ello, ante la imposibilidad de ponerme a hacer nada productivo, he encendido la televisión, y de repente, ante mí, 'Los vigilantes de la playa'. No sabría decir muy bien en qué temporada situar los dos capítulos que he visto, pero estaban ya avanzados.

Eso sí, ahí estaban Mitch Bucanan y Michael Newman, los dos mejores personajes de la serie con diferencia. Además, creo que esta serie nunca ha hecho justicia al bueno de "Newmi". Al señor Bucanan sí. Era el jefe, el que mandaba. Sin tener un cuerpo atlético fue de los que más "pillo" en la serie. ¿Pero y Newman? Siempre secundario, invitado a los rescates de poca monta. En fin, sea como fuere, un grande.

Pero más allá de estos dos personajes, que estuvieron de principio a fin, 'Los vigilantes de la playa' son, y serán, un icono de la televisión, pese a quien le pese. Su calidad, puesta en duda alguna veces, tiene que ser saboreada como lo que es: una serie para girar el cuello. Es decir, la estás viendo y según salen las muchachas en bañador rojo que salen, vas girando la cabeza hasta que tu imaginación cree ver lo que le apetece ver.

'Los vigilantes de la playa' fueron para muchos preadolescentes de los '90 un contacto visual con lo que nunca iba a ser real. Y es que la vida real no se desarrolla en las playas de Malibú, pero eso no lo sabíamos cuando teníamos 12 ó 13 años. En aquella época, cuando no consumíamos toda clase de alcohol y drogas, y tener sexo era algo en lo que sólo se pensaba, 'Baywatch' era el escapatare perfecto para dejar pasear la imaginación y pensar cuál de las hermosas zagalas de la serie era la candidata perfecta para que nos rescatara.

Era una época inocente. No las imaginabas desnudas. Las veías con esos horribles bañadores rojos y ya está, eso bastaba. Incluso, cuando terminaban su turno y salían con esos pantaloncitos vaqueros que dejaban entrever un poquito de cacheta, era suficiente.

Tiempo después todo ha cambiado. Debo admitirlo. He visto esta mañana 'Los vigilantes de la playa' y no todos los pensamientos eran puros. Es más, sin centrarme únicamente en la componenda érotica del asunto, me he dado cuenta, cosa que antes no hacía, de que la música que ponen, y los videoclips que acompañan, son muy buenos.

En fin, no hay invierno sin lotería de Navidad ni verano sin vigilantas... Por cierto, puestos a ello, dejo abierto el debate sobre quiénes eras vuestras favoritas, o favoritos. Las mías eran... Jena Lee Nolin, y poco más, en serio, porque primaba la cantidad a la calidad. Por eso me quedo con la versión Hawaii: con Stacy Kamano y Brooke Burns...

Así pues, disfrutemos del verano...

Ni sí, ni no

Hace tiempo, sobre todo en mi anterior Blog, me hice a mi mismo la promesa de no hablar mal de los medios de comunicación, y menos de casos concretos, pero hay ocasiones en las que saltarse esa promesa es una obligación.

Antena 3, Telecinco, TVE... no, vaya, como siempre se trata de Interconomía. Los de la TV libre. Aunque digo yo, ¿libres para qué?, ¿insultar a la gente? Es curioso esa bandera que arman para soltar toda clase de sandeces y quedarse tan agusto.

La última, ésta, los insultos a Pau Gasol.


Un español de bandera, postín y que siempre ha defendido la enseña más de lo que hacen ellos. Y ahora, como no les gusta lo que defiende y apoya, pues toca atacarle. Además, vuelven a mostrar que no tienen ni idea de lo que va el movimiento 15-M. No digo que Pau sea un experto, pero bueno, la intención es lo que cuenta.

En definitiva, una más. Además, los argumentos sobre su mansión, el dinero que gana, etc, ect... son de lo más absurdo. Pero en cierta medida, es su lógica: hacer creer que esto es un problema de la izquierda contra la izquierda. Ellos sabrán.

Los que hunden el periodismo

Quede expuesto de antemano que soy un aprendiz de todo y me queda mucho camino por recorrer, pero precísamente eso es lo que me hace, supongo, ser humilde y no creer que mi palabra es dogma, ni mi verdad única.

Y después de este circunloquio, quiero exponer algo que está ya muy manido, pero que no por absurdo deja de ser grave, sobre todo cuando estamos hablando de periodismo de verdad, y no tertulianos de medio pelo y voceros varios.

Desde hace algunos años se viene diciendo que radio y televisión se están llenando de una suerte de pseudoperiodistas que dan voces, ajustician y esgrimen argumentos sectarios con el único fin de que les sigan pagando por ello.

Esas críticas las hacen los que dicen ser "periodistas serios", pero vamos, me rio yo de la seriedad y la opinión de algunos periodistas.

Sin ir más lejos, y motivo por el que escribo esta entrada, he escuchado una bonita sandez de, nada más y nada menos, el director de un periódico. Bueno, cierto, ahora que lo pienso, ser director de un periódico no te exime de ser un pusilánime.

El fondo del asunto es que siempre llueven críticas sobre los mismos, aquellos que algunos les llaman periodistas, pero que ellos no se lo consideran. Por el contrario, los que sí son periodistas, y sí se lo consideran, son capaces de ir a la televisión y decir de dónde proviene la palabra 'ateo' sin tener ni idea de lo que está diciendo.


Mal, así vamos muy mal. Los periodistas, como miembros activos de la generación de opinión pública deben tener mucho cuidado con lo que dicen y expresan, y más si son mediáticos, cuya repercusión, evidentemente, es mayor.

En definitiva, el periodismo no lo hunden los que se creen o juegan a ser periodistas y no dan pie con bola, sino los que siendo periodistas, y dedicándose a ello profesionalmente, ofrecen verdades universales sin tener ni idea de lo que significa la palabra verdad, ni la circunstancia universal.

Todo para mí


(18 / ene / 2011) - He hablado más de una, dos y tres veces sobre El ala oeste de la Casa Blanca, sus bondades y por qué creo que es una serie imprescindible para los profesionales de la comunicación.

Es decir, cuando hablo de imprescindible me refiero al hecho de que se trata de un entretenimiento 100% asegurado y que además, por qué no decirlo, para quienes no "piloten" mucho de política estadounidense puede venir bien.

Rápida, didactica -como ya he dicho-, entretenida, en ocasiones graciosa, interesante... podría estar así mucho rato, pero lo mejor es que cada cual la vea y opine. Yo me he permitido un pequeño capricho y me he comprado las siete temporadas completas. Una hermosa locura en forma de "pack" de coleccionista que volveré a deborar sin cansancio alguno.

Además, en estos tiempos corrosivos donde la clase política ha perdido el poco crédito del que gozaba, creo que una serie que mezcla la política, la comunicación y cómo se relacionan ambas cuestiones, merece la pena. Y teniendo en cuenta lo que hay en la televisión actual, ¿qué mejor manera de pasar el rato?

Las cosas bien hechas

Después de bastante tiempo parece que los nuevos canales de la TDT se han dado cuenta de que la calidad no está reñida con el rigor, la seriedad y una serie de contertulios bocazas y majaderos casi inertes. Incluso, no hace falta que se haga una tertulia de hora y media insultando el Presidente del Gobierno.

Aunque bueno, ni son todos los canales, ni son todos los días. Quizá me he dejado llevar por la emoción de los contertulios que algunas noches tiene 'La vuelta al mundo' de VEO7.

Concretamente la noche de ayer fue una de esas en las que apetece ver ese tipo de tertulias políticas, económicas, o en general, todotemáticas. Sentados alrededor de la mesa se encontraban José Antonio Marina, Espido Freire y Luis del Val, entre otros.

No había voces, se respetaban los turnos de palabra, todo eran reflexiones sosegadas, e incluso, a veces el moderador decía algo.

La conclusión es muy clara: se pueden hacer este tipo de programas sin que haya ciertos personajes cuyo vocabulario roza siempre lo soez y cuya única fijación es destruir ideas, nunca argumentar ni dar valoraciones razonadas y positivas.

Hay que seguir trabajando


Hace menos de 10 meses que terminé de ver 'El ala oeste' y ya estoy viéndola de nuevo. No, no es que esté súbitamente colgao, es que simplemente me parece una serie excepcional.

Además, al no tener una trama central puede verse a modo de capítulo suelto. Y, simplemente, es genial. Cada capítulo, cada escena, todo es un no dejar de aprender cosas. Y ahora, si cabe, más todavía. Presto más atención, me fijo en los aspectos económicos y políticos más de lo que hacía un año atrás.

Otra de las curiosidades que tiene esta serie es que provoca en mí unas enormes ganas de trabajar. Sí, pueden llamarme loco, pero es inevitable. Cada vez que veo un capítulo me entran unas irrefrenables ganas de hacer cosas. Y lo malo es que no se me pasan con nada. Ver la actividad que tienen, sus jornadas de 26 horas de trabajo...

En definitiva, hubo quien me dijo que repetiría muy pronto, pero no esperaba que fuera tanto.

Otra noche

Durante la pasada madrugada se han celebrado 'Elecciones Legislativas' en ese antiguo Imperio llamado Estados Unidos. El resultado ha sido el pronosticado por todos: la llegada a la representación del poder por parte de los conservadores más "peligrosos".

Cuando hablo de peligrosidad me refiero a esa tan citada corriente de pensamiento denominada Tea Party. Su exagerada y anacrónica moralidad, sus discursos sobre la sexualidad humana... en definitiva, gente del s.XIX atrapados en sistemas sociales del nuevo milenio.

Lo cierto es que me he divertido una noche más. Al igual que hace dos años he seguido hasta altas horas de la madrugada el desarrollo de los comicios. Además, en esta ocasión la 'CNN en español', que ofrece EEUU, ha desarrollado un exquisito programa con buenos analistas, expertos en política y toda clase de seres parlantes que hacen de CNN lo que es.

No sé si es por mi fascinación hacia la política americana que surgió durante la serie 'El ala oeste', o por mi idolatría al líder del mundo libre, Barack Obama, lo cierto es que esta clase de citas despierta en mí un curiosidad muy grande.

Evidentemente quien haya leído hasta aquí sabrá que el resultado no es lo que más me convence, por eso mismo habrá que seguir abogando por el lema que un día nos hizo soñar: YES, WE CAN

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