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“Periodismo” sin periodistas: sueño húmedo de las empresas


(10 / sep / 2015) - El entrecomillado tiene su sentido. Es “periodismo” y no periodismo, porque de un tiempo a esta parte, y cada vez más, se camuflan entre periodistas y bloggers profesionales una serie de “actores informativos” que con sus webs llenas de banners y “noticias” dicen hacer periodismo, pero creo que se quedan muy lejos de todo eso.

Soy periodista y a veces me equivoco


(17 / jul / 2015) - Siento defraudar a toda mi legión de fans, así como a los incondicionales en general que piensan que un periodista nunca se equivoca (o mete la pata). Pido disculpas, de verdad: pero alguna que otra vez he cometido errores. Y para ahorrar traumas, os diré que también he visto en persona cómo otros lo hacen.

Esos pEGOdistas


(13 / may / 2015) - Vale, este juego de palabras puede pasar a la historia infame de los juegos de palabras, pero no se me ocurría nada mejor para elevar a crítica lo que se convierte en realidad en el mundillo periodístico: que los egos atrapan a las personas y no les dejan levantar cabeza.

Periodista o blogger, ¿quién la tiene más larga?

BLOGGERS contra periodistas

A hurtadillas, como se hacen muchas cosas en Internet, surge la idea de este post. Tras un tweet al aire, sin ninguna intención, y una respuesta que siembra la duda, me planteo la cuestión sobre si las empresas deben o no tratar a los periodistas igual que a los bloggers

“No sé si eso es malo o bueno”, me responde (@blogdebori) sembrando la duda en mí. Cierto es que yo tampoco sabría decir si eso es bueno o malo, y realmente habría que estudiar en qué casos y para qué, una empresa, organización o institución debería tratar a un blogger igual que un periodista.

El periodismo del minuto a minuto

(12 / feb / 2013) - Desde primera hora de la mañana ando a la gresca con David Martínez (@dmartinezpr). Según él, al coger el periódico por la mañana solo ve páginas y páginas de lo que sucedió "ayer". Pues bien, como vengo barruntando desde hace un tiempo, no solo el papel da las noticias de "ayer", sino que los diarios digitales, cada vez más raquíticos y con menos personal, también dan las noticias de "ayer". He hecho la comprobación, y sorpresa... el 90% de los contenidos eran del día anterior. 

A raíz de esto me asaltan dudas sobre el verdadero significado del periodismo y el trabajo de los periodistas, al menos tal y como yo lo entiendo. Creo que el periodismo este del "minuto a minuto" es de todo menos una labor periodística, y lo intentaré demostrar con la Fábula del Panadero y el Periodista. 

Periodismo del minuto a minuto, Última Hora, Urgente, "sigue todo en nuestra web".

Un panadero, desde su panadería en una plaza de Málaga, ve justo como delante de su tienda un grupo de hombres, que el cree entender que son de origen árabe, meten en una furgoneta a otro señor que iba trajeado de la cabeza a los pies. Tras unos gritos y empujones, el panadero entiende que es un secuestro. En ese mismo momento llama a la policía, pero también llama a su amigo Agapito que trabaja en 'ultimominuto.com'. Le cuenta lo que ha sucedido. 

Claro, el periodista lo habla con su jefe y lanzan a todo trapo en su diaro digital que ha habido un "presunto" secuestro en Málaga, a un "presunto" empresario si iba de traje, lo supone, y que eran "presuntamente" árabes. También lo tuitean en su cuenta de 100.000 followers, y se hacen autobombo. Son los primeros en darlo, han contado todo al minuto. A la media hora tienen declaraciones del panadero, y del zapatero de al lado, que aunque no ha visto nada, también cuenta cosa. 

Durante toda la mañana hablan del secuestro, empiezan a hacer noticias y noticias, tweets y tweets, "sigue el secuentro en nuestra web"... 

PERIODISMO

Cuando un Periodista ve el tweet, se acerca a la zona del secuestro. Hace unas valoraciones previas, habla con la policía. Al enterarse de que pueden ser árabes, llama a su periódico y pide a Documentación que vea si ha habido problemas en la zona con esa "comunidad". Se acerca a locutorios, y tras preguntas, y miradas secretas, que solo un Periodista sabe discernir, descubre que pueden tener algún tipo de relación con terrorismo islámico, aunque sea a pequeña escala. 

Su jefe le llama, le dice que los de 'ultimominuto.com' no dejan de sacar "noticias" sobre el asunto. Mientras, el Periodista, a base de preguntar a la policía, los vecinos, etc, etc... descubre que el "supuesto" empresario, lo es de verdad. Trabaja en Repsol. 

Ya es de noche, pero después de haber hablado con la empresa, consigue la información de que este señor había sido amenazado por un proyecto que quieren llevarse al Magreb. Todo encaja, pero hay que seguir sacando información, hablando con gente, haciendo PERIODISMO. Llega en el último momento al cierre y presenta la historia, se leerá al día siguiente, sí, pero se habrá hecho PERIODISMO. 

La moraleja de todo esto es muy simple: si se quiere hacer lo primero, porque la gente quiere premura, saber lo que pasa y quedarse en la superficie, perfecto, pero no lo llamemos periodismo. Si queremos webs actualizadas cada media hora, datos cada minuto, titulares y demás, no lo llamemos periodismo. Pero si queremos saber qué ha pasado, por qué, de qué manera, con qué fin... entonces podemos llamarlo periodismo. 

No seré yo quien haga una defensa del papel, porque en realidad no se trata de un problema de papel, o no, sino de periodismo o no. Hemos llegado a un punto en que no solo el formato (papel) está muerto, sino que estamos matando el periodismo. Puede ser por la falta de medios, o porque lo otro venda más, o que los usuarios y lectores sea lo que quieren, pero en serio, entonces para no mezclarlo, debería tomar otro nombre. 

Incluso, las dos opciones pueden convivir. Es decir, el diario que hace mil noticias, mil tweets, todo al segundo... Puede coexistir, y debe hacerlo, de hecho, con ese periodismo que aporte ideas, que lleve el valor añadido de un profesional formado, experimentado, ilustrado, leído, porque si no, al final, hasta un panadero podrá ser "periodista". Total, si se trata de contar minuto a minuto lo que sucede, él está preparado. En cuanto a lo demás, se necesita tiempo y profesionales.

Periodistas de Agencia: grandes en la sombra


(14 / ene / 2013) - Corren días de egoísmo, vanidades casi inagotables, fama barata y ganas de reconocimiento. Y como no, el periodismo, pulso y medida de la sociedad, no puede escapar a todo eso. De ahí que últimamente sean los propios profesionales de la comunicación los que sean noticia. Por desgracia, aquella máxima del periodismo donde nunca podía ser el periodista parte de la noticia ha quedado atrás.

Ahora vemos a periodistas que juegan a políticos, que salen en las portadas de los periódicos, que se citan a sí mismos, o que se ponen delante del entrevistado sin ningún pudor. Supongo que siempre habrá ocurrido eso, a fin de cuentas soy alguien que está empezando el camino. Pero creo que internet, las redes sociales y la facilidad para que "cada uno sea su propio medio", ha provocado que todo eso realce su significado.

Parece que eres mejor periodista cuanta mayor sea la masa de followers en Twitter, o más te hagan la rosca con respecto a una información. Da lo mismo si es buena o mala, pero como es de "Fulanito", es lo que importa.

Por eso, y porque lo merecen, en este post me apetecía hacer un pequeño homenaje a esos cientos de periodistas que día a día hacen su trabajo de una manera intachable, pero que no siempre son reconocidos por la "gran masa" que se informa. Se trata de los periodistas de agencia.

Aunque no lo creamos, al cabo del día, seguramente hayamos consumido más información generada por estos periodistas "sin cara", que por cualquier otra firma de algún medio reconocido, o neomedio digital con aspiraciones. Es más, en plena crisis económica, de contenidos, e incluso, de ideas, muchas de las portadas se llenan con informaciones surgidas en una agencia.

De casualidad he podido trabajar en una, Europa Press. De ese modo he tenido la suerte de poner caras a esas informaciones. Y al contrario de los que muchos pueden pensar, sobre todo quienes no conocen el sector desde dentro, los periodistas de agencia no se dedican a "cortar y pegar". Como todo buen profesional de la comunicación, investigan, llaman a sus fuentes, discuten con ellas, y, sobre todo, trabajan mucho. Pero todo ese esfuerzo "no ve la luz". Son reconocidos por sus compañeros de sector, o quienes saben que hacen esa temática, pero para el común de los mortales, son solo firmas: EP, EFE, Servimedia... Y nada más.

Lo peor de todo, y eso sí que es criticable, porque saben el trabajo que supone, es cuando los propios compañeros de otros medios usan la ética periodística para limpiarse el culo. Se atribuyen informaciones no citando que es de agencia, copian y pegan los teletipos y los firman como propios... y así, uno tras otro, se deja en evidencia así mismos, y ponen de manifiesto que los valores del periodismo solo están en los manuales de la Universidad.

Por todo eso, quería hacer este pequeño homenaje a los periodistas de agencia. Porque trabajan como los que más, sufren, luchan, y encima de todo, no se llevan la gloria que otros buscan constantemente. Se trata de un periodismo invisible, pero, por desgracia, un periodismo cada vez más necesario si tenemos en cuenta que muchos medios pierden cada día a más profesionales.

De tiros y disparos

"No peguemos un tiro al periodismo". Así de rotunda se ha mostrado Soledad Gallego-Díaz, a la cual pude conocer en persona cuando pasé mis días becariales en el Departamento de Documentación de El País.

La veterana periodista ha apuntado durante la conferencia de inauguración del Máster de Periodismo 'UAM/EL PAÍS' una serie de obviedades sobre el periodismo que a estas alturas de la película parecen casi de hace un par de años. No obstante, eso no ha sido impedimento para que las redes sociales, y sobre todo Twitter que anda muy poblada de periodistas, se llene con reflexiones y autofelaciones sobre dichas "verdades".

Que si las cosas se hacen mal, que si los medios hacen tal o cual... Soy consciente de que Sol Gallego poco tiene que ver con la estrategia comunicativa que se lleva desde su medio, sobre todo desde la versión digital, pero antes de buscar la paja en el ojo ajeno, podría buscarla en el suyo.

¿Es periodismo poner la foto de un entrenamiento del Barça con Messi haciendo el "moñas", y que su titular sea un tweet de Carles Puyol?

Me gustaría saber qué opina Sol Gallego al respecto de la portada que tenía a principios de esta semana 'elpais.com' con el juagdor argentino llenando con una megafoto gran parte de de su contenido. ¿Eso es periodismo del que habla?, ¿comunicación?, ¿qué es eso?

Los juegos de hipocresía que se traen entre manos algunos de los periodistas más veteranos y destacados de este país son un chiste. No se dan cuenta, o no quieren, que sus medios, esos que algún día sí han podido hacer periodismo, ahora mismo están condenados a una dicatura: la del Click. Todos estamos condenados a pasar por el yugo de Google, el posiconamiento, ser los primeros, dar más que nadie...

¿La calidad periodística? El que quiera que la busque, pero el que quiera vivir de este negocio, que se olvide de ella. Podemos seguir mareando la perdiz, pegarnos tiros en los pies o decir cuatro grandilocuencias en un audotorio. La realidad, al menos digitalmente, es la que es. El negocio todavía no se ha sabido configurar, los usuarios/clientes demandan una serie de cosas que todavía no se han conjugado en el negocio editorial digital. Anunciantes, formas de prepago, medios... Todos buscamos la fórmula perfecta, por eso el resultado periodísitco deja mucho que desear.

¿Por qué todos los medios titulan igual?

El común de los mortales, preocupado por llegar a fin de mes, y que no le quiten el enlace para ver los partidos de Canal+ por Internet, a veces no entiende bien por qué los periódicos, los telediarios, o las radios, abren con la misma noticia. Y no solo eso, sino, por qué utilizan el mismo titular.


Como ven en la foto, tres medios distintos, mismo titular. CincoDías.com, elmundo.es y elEconomista.es. Cada uno de su madre y de su padre, pero los tres diciendo lo mismo. La cuestión es, ¿de verdad ha sido eso lo más importante en el discurso de Mariano Rajoy durante la clausura del 'Encuentro Financiero' de Bankia?, ¿no se podía haber "tirado" por algo que no se hubiera dicho ya antes?, ¿por qué titulan los tres igual?

Salve en esta ocasión que el presidente del Gobierno no ha dicho "nada". Es decir, nada nuevo que no sepamos ya. Se trata del discurso oficial y no hay mucho que rascar, pero cómo puede ser que hablando de tantas cosas, los tres digan lo mismo.

Pues bien, lo bueno de ser periodista, entre otras cuestiones, es que estás en el lugar de los hechos cuando pasan las cosas. Al margen de que alguno de estos medios no haya ido y se tenga que fiar de lo que "dicen" las Agencias, lo que suele suceder es muy simple:

Termina Mariano su discurso. Todo el mundo sabe que realmente no ha dicho nada nuevo ni relevante. Pero claro, es el presidente del Gobierno y necesita un espacio. Una sala llena de periodistas se queda muda por un momento. A parte de que sea un milagro, las neuronas empiezan a funcionar (el milagro del silencio, no el funcionamiennto de neuronas). Cada uno visualiza un titular, un hilo que tirar... Pero hay miedo, incertidumbre... Por dónde tirará la competencia, qué dirán las radios... El silencio, breve pero intenso, es roto por una voz reconocida. Suele tratarse de un veterano, algún peso pesado de prensa... "Yo creo que Mariano bla, bla, bla"... Algunos discrepan, otros se van por las ramas, pero incosncientemente ya están tecleando el titular que se ha dicho en voz alta.

La pescadilla ya se ha mordido la cola. Las Agencias cogen eso, y lo trasladan a los medios que no han asistido. La competencia mira enseguida y no contradice. A fin de cuentas, hay que dar explicaciones a un coordinador o un redactor jefe, no le puedes decir que tú has pensado que "tal y cual" y que El País, a cuyo redactor le viene el crédito y la reputación por lógica, se ha equivocado.

Conclusión, terminas titulando igual. Así corre la pólvora hasta ver como todos los medios llevan el mismo titular, aunque dentro, en el cuerpo de texto, las ideas varíen un poco.

Si alguna vez te habías preguntado por qué todos titulan igual, el misterio es muy simple: ser el pez que va contracorriente te termina ahogando.

Un día de contradicciones


 
(24 / ene / 2012) - Supongo que los periodistas que por suerte tienen empleo no sabrán, si quiera, que hoy es el 'Día del periodista', sobre todo porque si hay trabajo, será mucho. Personalmente ni lo sabía, y eso que he ido a un desayuno informativo en el que tomaba la palabra la presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), o quizás por eso, haya sido más bonito enterarme así. "No sé". 
 
Esta es mi respuesta para quién me pregunta cómo será el futuro del periodismo. Mientras escuchaba a la presidenta de la APM, Carmen del Riego, pensaba en este post, en qué poner, dónde sacar punta, dónde no, que contar que no cuenten otros sobre el periodismo... Vamos, lo que entiendo que debe hacer un periodista. Además, he ido a este desayuno fuera de mi horario laboral, lo he hecho por amor al arte, y nunca mejor dicho. 
 
Pero después de una hora de charla y preguntas, no sé qué decir sobre el periodismo y su futuro. Desde hace unas semanas intento escribir en este Blog cosas aparentemente serias sobre el negocio de la comunicación, el mundo de los becarios, la responsabilidad de los usuarios, las claves del periodismo... Pero todo me conduce a un callejón de extrañeza del cual no sé salir.
 
He preguntado a la presidenta de la APN si no habría que denunciar públicamente a los grandes medios que cometen abusos sobre los trabajadores, y ha dicho que no es conveniente, por no sé qué, y no sé cuanto... Vamos, que no tienen pensado tocar ni un poquito a los medios ya establecidos. Luego está el de esos becarios y estudiantes indolentes y llenos de ansias surrealistas que no saben dónde se han metido. Solo quieren ser periodistas sin saber qué es lo que supone ser periodista. Más alla, medios que llevan en sus portadas a todo color la muerte de 'Pozí', un friki televisivo que poco a hecho por la humanidad. 
 
Con todo esto, ¿qué tenemos?, ¿por qué nos preguntamos por la salud del periodismo si ya sabemos la respuesta? Tenemos unos grandes medios, con sus grandes y viejos periodistas que gobiernan todo. Unos estudiantes y becarios que no quieren ser explotados, pero que su indolencia y falta de ganas hace que no se merecieran ni ser explotados. Además hay factores externos. Una crisis económica que aleja a los estudiantes de nuevas oportunidades, unos políticos que no facilitan el trabajo, unas empresas que quieren ser dueñas de la información. 
 
Seguramente no lleve en esta profesión tanto tiempo como para profetizar y decir qué está bien y qué está mal. Pero veo las cosas como profesional y usuarios, y noto que algo está fallando. No creo que una cuestión tan importante como el periodismo para la sociedad tenga un futuro tan incierto, no creo que la respuesta sea "no sé".

Injusto pero real

Las cosas están muy negras en materia laboral, pero hay profesiones que parecen haberse resentido más que otras. Por ejemplo, la que me toca de cerca, la periodística, está muy afectada, podría decirse que hundida, y lo peor de todo es que tiene muy mala pinta.

Pero hoy quiero hablar sobre el revuelo que se ha montado tras la denuncia pública de una licenciada en periodismo. Su nombre es Azahara Cano, y ha tenido el valor de hacer público una de tantas injusticias que se presentan en el mundo de la comunicación, y concretamente en el ámbito periodístico.

Antes de que nadie se me pueda echar encima por lo que voy a decir, quiero dejar claro que me parece injusto, humillante y asqueroso que se utilice a estudiantes de periodismo, recien licenciados, y últimamemte hasta gente con años de trayectoria profesional, para hacer trabajos periodísticos sin cobrar, o en condiciones ruinosas. De hecho, esto exprese hace unos años cuando se hablaba de la dignidad de los periodistas y la ética. Dejé bien claro que no se puede tener ética por 300 euros al mes. Así que vaya por adelantado que me opongo a las canalladas que hacen muchos medios.

Además, puedo hablar con la tranquilidad de saber lo que es trabajar como becario, cobrando y gratis, pero entiendo y asimilo que eso, en parte, debe ser así. No digo que sea justo, pero es el precio que se debe pagar por querer trabajar en la profesión más bonita del mundo. Bien es cierto que eso debe ser temporal y cuidado. Es decir, no se deberían hacer contratos de becas o prácticas a mayores de 25 años, por ejemplo.

Pero, y aquí es donde sé que puedo levantar ampollas, tampoco se puede pretender trabajar en un gran medio el día siguiente al salir de la Facultad. Son demasiados los que creen que esto es jauja, que por el mero hecho de haber estudiado Periodismo se les capacita para tener trabajo. Insisto, no voy hablar de las inusticias y todo lo relativo, pero sí de esos que se creen que por haber estudiado 4 años tiene la capacidad de ejercer la profesión periodística.


Sin ir más lejos, y mientras escribía este post, seguía el hastag #gratisnotrabajo, y muchos de esos "periodistas" que se quejan de no tener trabajo, no tienen Blog, no colaboran en proyectos periodístcos... No tienen interés... Es decir, quieren acabar la carrera y trabajar en El País cubriendo unas elecciones generales. Eso sí, nada de iniciativa, nada de entregarse al máximo por querer ser periodista. No digo que sea una generalidad, digo lo que he visto en muchos de esos perfiles de Twitter que se quejaban.

Mañana podré ser yo el que se queda sin trabajo y "lloraré". Pero hasta entonces, seguiré matando por querer ser periodista. Y eso no significa trabajar gratis, significa hacer esfuerzos, colaborar donde haya que colaborar, intentar ser mejor cada día.

Hace unas semanas escribía sobre lo importante que es "comer mierda", en su justa medida, eso sí, pero ahora resulta que nadie está dispuesto a remangarse los pantalones y sufrir un poco.

En fin, este es un problema muy serio que se debe abordar sin hipocresía. Esto lo traigo a colación porque la recien elegida presidenta de la Asociación de la Prensa, Carmen del Riego, promulga a los cuatro vientos que hay que denunciar todo lo que degrade al periodista como profesional. Pues bien, que vaya ella misma mañana por la mañana a las Redacciones de la COPE o cualquier medio regional de Vocento, y tendrá a cientos de becarios y gente en prácticas cobrando una miseria, en el mejor de los casos, y realizando las mismas tareas, más o menos, que los compañeros redactores.

Dignificar el periodismo es una idea demasiado utópica en los tiempos que corren.

El que tuvo, retuvo

Sí, el de la foto, aunque no lo parezca, es el ex presidente del Gobierno Felipe González. Me da rabia que la foto no haya salido todo lo bien que me hubiera gustado, pero son cosas del directo.

La cuestión es que esta mañana he podido cumplir uno de esos pequeños "sueños" que tiene un absurdo personaje como yo: conocer a Felipe. Ha sido rápido, casi fugaz, como se ve en la foto. Pero me ha gustado, me he quitado una espinita, y ,además, he desayunado bien, que es lo importante.

Sobre el asunto en cuestión: un desayuno más. Además, me he ido con la sensación de no haber podido hacer mi trabajo. Ha habido un tufillo a mordaza periodística que se puede catalogar de vergonzoso. El motivo: la actitud del moderador ante las preguntas escritas de los periodistas. Ni una sola mención a ETA, ¿alguien se lo cree? Ocho mesas de periodistas de toda índole, y ninguno va haber preguntado sobre la Conferencia de San Sebastián, increible, sí.

Por lo tanto, me pregunto desde mi más profunda humildad, ¿para qué se convoca a la prensa si no se dejan hacer preguntas?, ¿qué sentido tiene? Si va a ir, soltar su discurso y volverse a casa, pues que la organización de 'Nueva Economía Forum' mande una nota de prensa, y ya está.

Sinceramente me deja un saber agridulce mi encuentro con Felipe González. Por un lado he conocido a uno de los políticos que más me fascinan, pero a nivel profesional me quedo con la sensación de que no hay un sentido real de derecho a la información. Ni de acceso, ni de difusión. Y eso, aunque luego digan lo contrario, es un mal que no puede continuar.

Los que hunden el periodismo

Quede expuesto de antemano que soy un aprendiz de todo y me queda mucho camino por recorrer, pero precísamente eso es lo que me hace, supongo, ser humilde y no creer que mi palabra es dogma, ni mi verdad única.

Y después de este circunloquio, quiero exponer algo que está ya muy manido, pero que no por absurdo deja de ser grave, sobre todo cuando estamos hablando de periodismo de verdad, y no tertulianos de medio pelo y voceros varios.

Desde hace algunos años se viene diciendo que radio y televisión se están llenando de una suerte de pseudoperiodistas que dan voces, ajustician y esgrimen argumentos sectarios con el único fin de que les sigan pagando por ello.

Esas críticas las hacen los que dicen ser "periodistas serios", pero vamos, me rio yo de la seriedad y la opinión de algunos periodistas.

Sin ir más lejos, y motivo por el que escribo esta entrada, he escuchado una bonita sandez de, nada más y nada menos, el director de un periódico. Bueno, cierto, ahora que lo pienso, ser director de un periódico no te exime de ser un pusilánime.

El fondo del asunto es que siempre llueven críticas sobre los mismos, aquellos que algunos les llaman periodistas, pero que ellos no se lo consideran. Por el contrario, los que sí son periodistas, y sí se lo consideran, son capaces de ir a la televisión y decir de dónde proviene la palabra 'ateo' sin tener ni idea de lo que está diciendo.


Mal, así vamos muy mal. Los periodistas, como miembros activos de la generación de opinión pública deben tener mucho cuidado con lo que dicen y expresan, y más si son mediáticos, cuya repercusión, evidentemente, es mayor.

En definitiva, el periodismo no lo hunden los que se creen o juegan a ser periodistas y no dan pie con bola, sino los que siendo periodistas, y dedicándose a ello profesionalmente, ofrecen verdades universales sin tener ni idea de lo que significa la palabra verdad, ni la circunstancia universal.

Me aburre Wikileaks, lo dejo

En serio, no soy ningún alumbrado, ni muchos menos, ¿pero soy el único que ve esto de Wikileaks como una tomadura de pelo? Bueno, en realidad sé que no soy el único, y que mucha gente se da cuenta de que esto de las medias verdades son, si cabe, más peligrosas que las mentiras "gordas".

Que estos famosos "cables" se estén filtrando a ciertos medios, y que no sepamos si estos medios "cuentan" todo, es algo que no entiendo.

Me gustaría que alguno de estos fanáticos de Wikileaks me explicara el valor de que se cuenten ciertas cosas, y reitero, sólo ciertas cosas. Nadie ha asegurado que no haya mucho más detrás, luego, ¿dónde está lo que falta? Lo tienen esos medios tradicionales, lo tiene el loco de Assange... Lo que se está filtrando, ¿es todo?

En fin, sigo sin saber dónde reside esa famosa esencia del periodismo, ese retroceso a los antiguos cánones informativos... ¿por qué ese empeño de querer retroceder?

Me planto, como no me creo lo de Wikileaks, sobre todo por lo que digo, porque no es más que continuar con lo mismo, cinco grandes empresas diciendo lo que quieren, lo dejo aquí. Esperaré el altruismo de alguien que me haga ver si esto tiene algún valor real.

Adiós Don Carlos

Éste es el pequeño homenaje de un humilde e insignificante periodista que no llega ni a eso, a un excelso y todoterreno Periodista (con 'p' mayúscula) como lo era Carlos Mendo.

Su muerte, a mí personalmente, me ha dejado con una sensación de rabia muy grande. Como relata Miguel Ángel Aguilar en un fabuloso repaso de sus días, se va en verano, fuera de antena y con poco ruido, de ahí ese mal sabor de boca.

Hacía mucho que no le escuchaba, quizás demasiado, pero su figura quedará grababa en mí mucho tiempo.

Sin duda, lo que más y mejor recuerdo son sus intervenciones en 'Hora25' junto con el citado Miguel Ángel Aguilar, Carlos Carnicero y José María Ridao. Los cuatro formaban, a mi modo de ver, el mejor conjunto de tertulianos de todo el espectro audiovisual. Calidad, rigor, saber estar... cada uno con sus ideas, sus preferencias, pero sobre todo, su saber hacer periodístico.

Dicen que a veces los pequeños momentos son los que refrescan el alma y las ideas. Pues bien, como pequeño momento recuerdo durante mis dos años de estancia en Murcia los debates de 'Hora25'. Imbuido por la ilusión de escuchar a los "grandes", cada noche que les tocaba conectaba la radio a las 23.00 y después a dejar fluir mente y cuerpo. Daba lo mismo que hubiera sido un duro día de clases, trabajo o lo que fuera, durante esa hora y gracias a la magia de la radio estaba en mi burbuja y nada podía estropearlo.

Cuando volvamos a la nueva temporada se me hará raro no escuchar esa voz descarnada y siempre orgullosa del sistema americano.

Vaya por usted, adiós Don Carlos.
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