(8 / ene / 2012) - Quizá sea pronto para postularse por un favorito. También es cierto que, como periodista y profesional de la comunicación, no debería de dejar una constancia clara de mis simpatías políticas, pero no es menos cierto que no hacerlo sería un juego hipócrita del que creo que deberían adolecer los medios informativos.
Este fin de semana ha presentado su candidatura para ser secretaria general del PSOE Carme Chacón. No hay ninguna noverdad puesto que era un secreto a voces. Ahora bien, ¿qué podemos esperar de la exministra de Defensa?, ¿representa ella el verdadero cambio que necesita el partido socialista?, ¿no se trata de una auténtica quimera que una mujer catalana pueda liderar uno de los partidos mayoritarios en España? Todas esas incógnitas tendrán una respuesta a partir del próximo día 3 febrero cuando se celebre el 38º Congreso del PSOE.
Será entonces cuando se sepa si la militancia socialista da su apoyo o no. Ahora habrá que esperar a ver si hay algún candidato más, o qué tipo de elecciones primarias habrá. Es tiempo de quinielas, de hablar mal, bien, insultar... Sacar chascarrillos sobre el marido de Chacón, su pasado afín a ZP. Ahora es tiempo de tomar posiciones, de sacarse la foto a su lado por si al final es la que resulta victoria en la contienda con Alfredo Pérez Rubalcaba.
Después de ver el discurso en el que proclama su candidatura, en diferido -por cierto, la primera vez que lo hago- me he dado cuenta de que realmente sí tiene posibilidades en varios frentes. De esos frentes se ponía en entredicho su oratoria y capacidad de transmitir ideas en grandes actos. Pues bien, parece que poco a poco puede pulir sus formas y ofrecer garantías.
Y por otro lado, ese gran y absurdo talón de Aquiles por ser catalana. Me parece una payasada, pero habrá que ver la reacción de la derecha borreguera mediática y cómo enfilan las armas. En definitva, Carme Chacón puede no ser la mejor alternativa para el PSOE, pero a falta de otras, puede que sea la mejor.