“Periodismo” sin periodistas: sueño húmedo de las empresas


(10 / sep / 2015) - El entrecomillado tiene su sentido. Es “periodismo” y no periodismo, porque de un tiempo a esta parte, y cada vez más, se camuflan entre periodistas y bloggers profesionales una serie de “actores informativos” que con sus webs llenas de banners y “noticias” dicen hacer periodismo, pero creo que se quedan muy lejos de todo eso.

Empecemos. Esta misma semana vi a través de redes sociales un “anuncio de trabajo” para colaborar en una web. Lástima de tanta comilla, pero no queda otra. “Oferta” porque la compensación por escribir artículos de 500 palabras para esa web era de… asistir a eventos de prensa y regalos de las marcas. Esto no es nuevo. Puedo hablar en primera persona porque hace unas semanas me escribieron desde una web de contenidos tecnológicos para ofrecerme 2 euros por artículo a cambio de textos con más de 500 palabras. Tal cual. Me decían, para más despropósito, que eran un gran proyecto donde habría grandes contenidos. Igual que en este otro “anuncio de trabajo”.

No, miren. Un proyecto, y perdón por la cuña publicitaria, es SABEMOS, donde hay una inversión económica, se contrata a 8 redactores (y otros tantos colaboradores), y la semana pasada (por ejemplo) se cubre un encuentro económico empresarial con cuatro periodistas contando lo que sucede sin que haya que esperar a cambio favores, pases de prensa o cualquier mandanga. No necesitamos eso, nosotros somos la prensa.

Y aquí es donde viene el sueño húmedo. Actualmente hay un problema que no se quiere atajar. El periodismo, entendido por su versión académica y en desuso, debería aportar un bien social, tener fuentes, contrastarlas… es decir, hacer periodismo. Con el auge de páginas webs que llevan casi el mismo contenido, asisten con la complicidad de las empresas a los mismos lugares, y encima se hacen llamar periodistas, el caos es total. Pero un caos que deja a las empresas tranquilas. Nada de investigación (porque no hay recursos económicos), ni preguntas incómodas (porque no son ni se sienten profesionales de la información), ni llamadas al caer la tarde (porque todo les da lo mismo, solo buscan un interés personal)

Pero vayamos por partes. Retomando el sueño húmedo, no hay nada que contente más a una empresa que una web sometida a un banner publicitario, el regalo de un terminal móvil o un pase a un estreno de cine. Las empresas no son tontas. Estas webs han conseguido sumar una gran base de usuarios y lectores. De dudosa calidad en consumo para las empresas, sí, pero eso no importa. Hay webs de estas con cientos de miles de lectores, por lo tanto las empresas las cuidan, las alimentan, y esto provoca que estas alimenten su contenido con falsas promesas o pases de prensa. Son proyectos irreales, proyectos que no son proyectos. Proyectos que dejan a las empresas en franca posición para colar sus mensajes, su publicidad. Por desgracia, y debido a la falta de recursos económicos muchos medios de comunicación han vendido su alma al diablo, esto ya es el colmo.

“Periodismo” sin periodistas 

Les voy a poner un ejemplo de cómo funcionan muchas de estas webs de cine, tecnología, deporte, etc. Hace una semana tuve acceso a una pequeña exclusiva que publiqué en SABEMOS: Bq será el primer fabricante europeo en tener Android One. Pues vean el resultado buscando en Google. Algunos citan, otros copian, y a los de más allá parece haberles caído la información del cielo.

Con esto no quiero apuntillar a estas webs, que aquí veníamos a hablar de las empresas que permiten que esto siga sucediendo. Entremedias seguimos con el debate sobre si los periodistas deben ser quienes den la información, o no, la parida el intrusismo, etc. Llegados a este punto ya no sé qué definir como qué. Pero tengo claro que las empresas fagocitan este tipo de prácticas al amparo de que sus productos se vean.

¿Hacen un mal trabajo estas webs? No, muchas hacen una gran labor de nicho, es decir, información especializada, pero si las empresas lo ven como periodismo, la sociedad lo ve como periodismo, los periodistas tenemos un problema. Si cualquiera puede entrar en Google, copiar una noticia, reajustar cuatro adjetivos y decir que ha hecho una noticia… hemos cogido un mal camino. Si la remuneración para eso es de un pase de prensa, peor. Eso significa que la información no vale nada, que su tendencia a cero.

Imagen | 'zoomnews'

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