Detector de periodistas

Algunos dicen que el periodismo ha muerto, otros, simplemente que ha cambiado. Mi opinión personal está más cerca de los segundos, aunque sea a raíz de encontrarse un atajo cogido por la primera vía. Es decir, creo que el periodismo que hemos conocido en España durante la falsa y tramposa Transición ha desaparecido, y que ahora con los nuevos formatos, la crisis y las formas de obtener información de los usuarios, todo ha cambiado.

Insisto una y otra vez en que ahora se hace algo muy parecido al periodismo, pero que en realidad debería tener otro nombre. Pero eso es otro debate. Hoy he traído a este Blog una “máquina” un tanto especial. Y es que pese a lo comentado, sobre esas nuevas formas de ejercer el periodismo, sí coincido con muchos profesionales de la comunicación en que al final la esencia de informar será la misma que hace 40 o 50 años. De este modo invito a todo el que quiera a probar este detector de periodistas para saber si, pese a todos los cambios, es un periodista de verdad, de los de vocación y sentimiento, o alguien que simplemente está en el negocio de vender información. 

Se trata de una serie de preguntas entre las que habrá que escoger (a) o (b), y cuidado con las respuestas, que esto dejará muy claro qué clase de periodista eres. 

1. Sobre la titulación. Sí, la carrera de Periodismo es absurda y no aporta nada, pero personalmente creo que marca una señal de inicio que hace despertar a una persona la llama del periodismo, si la tiene, o le aleja de un mundo totalmente diferente a todo lo demás. No digo que un economista no pueda ejercer el periodismo de manera excepcional. Pero a eso me gusta llamarlo experto, consultor, “fuente”, lo que cada uno prefiera, pero sinceramente creo que las bases de un periodista las asienta una formación entre docentes y futuros compañeros de profesión. 

(a) Titulación en Periodismo 

(b) Cualquier otra titulación, o sin estudios superiores 

2. La prensa. Puede parecer otra pequeña minucia que alguno desestime como prueba final para determinar hasta qué punto uno es periodista, pero la realidad es que quien lleva el periodismo grabado a fuego lee la prensa. Pero no los titulares, ni ahora los tweets, o echa un repaso a sus RSS. Lee la prensa, la mira, la compara, la observa, conoce las firmas, la línea editorial… Ya no vamos a entrar si se hace en papel o digital, aunque seguramente se lleva un punto extra en “romanticismo” quien añora el papel como soporte para llevar a cabo la lectura de un buen artículo o reportaje. 

(a) Leo la prensa en profundidad, dándome lo mismo la sección o el tema 

(b) Solo miro mi “especialidad” y estoy informado de mi sector o área de trabajo 

3. Escribir para comunicar. Gracias a Internet y el desarrollo de los blogs, muchos profesionales han podido ampliar su capacidad de comunicación. Por ello, tener la necesidad constante de comunicar e informar a los demás sobre lo que pasa, dentro de un contexto y una lógica, diferencia al periodista del que no lo es. Aunque también gracias a las nuevas tecnologías se puede descubrir a los “tramposos”. 

(a) Escribes en tu blog, Twitter y donde sea, pero solo con la intención de comunicar, de informar, de que los demás conozcan algo que deberían porque les puede afectar o interesar 

(b) Tuiteas para recibir RT, escribes en webs y blogs para aumentar tu presencia y ser alguien influyente al que invitan a comer, y todo va encaminado a un fin 

4. La radio como elemento. Hablar de periodismo en su esencia, siempre conduce al escenario más romántico en que se han forjado los mitos de la profesión. Por eso, la radio como agente comunicador y formador de opiniones es fundamental. 

(a) Escucho la radio, las tertulias de calidad que todavía se salvan, y sigo creyendo que es una forma de hacer periodismo en su máxima esencia 

(b) Pongo los 40 Principales cuando preparo la comida

5. El periodista aprende. Una de las grandes diferencias de un periodista con cualquiera que se aproxima al negocio de vender información, es que el primero siempre está dispuesto a aprender de todo a todas horas. Aunque seas redactor especializado en moda, aprenderás de economía, o si lo eres de deportes, terminarás dando un cursillo sobre salud, ese es el periodista de verdad, el que se convierte en una máquina del Trivial, al que sus conocidos preguntan por todo. Un pozo sin fondo de conocimientos y experiencias. 

(a) Me interesa todo 

(b) Solo me interesa lo que afecta a mi parcela de negocio 

6. Negocio o periodismo. Esta pregunta tendría que valer doble. Ya sabemos que un periodista es conveniente que haga como mínimo un par de comidas al día, y si es bajo techo, mejor, pero una diferencia muy grande entre el verdadero profesional del periodismo, y el que busca negocio dando noticias, es que el primero solo quiero informar al ciudadano para que sea una persona consecuente en su toma de decisiones. El otro, por el contrario, lleva en la mochila una doble arma: por un lado solo pretende hacer dinero, a pesar de ese ciudadano, y además aspira a ser influyente y tener poder. 

(a) Soy periodista, y mi objetivo es informar, contrastar, desarrollar un contexto y ofrecer la máxima calidad a las personas 

(b) Me gusta poder cambiar la decisión de un político, que las empresas me respeten y me tengan miedo por lo que puedo publicar de ellas, y que mi influencia pueda pesar sobre los demás

7. Horario. Mejor dicho, la falta del mismo. Pero esto también es un perfecto medidor para diferenciar a los periodistas de quienes no lo son. La información manda, pero una vez más, manda porque el usuario debe conocer lo que sucede, no porque al político de turno le interesa que salga una información, o que una empresa embargue algo porque le beneficia. 

(a) Echo horas porque comprendo que informar es un deber del periodista como función social 

(b) Si echo horas es por interés económico 

8. Literatura, cine, cultura… Muy enlazado con el punto (5), un periodista que así quiera llamarse, sin duda debe ser alguien con ciertas sensibilidades culturales, intereses hacia lo que le rodea, y que en definitiva le preocupa. 

(a) Me interesa la cultura como aporte personal, y la asimilo como parte del aprendizaje del periodista 

(b) Si me invitan por ser periodista me interesa, si no, muy poco 

Hasta aquí esta fase en Beta del “Detector de periodistas”. Seguramente habría que poner algunas preguntar más, pero para eso estamos, para añadir entre todos lo que creemos que debería diferenciar a un periodista de alguien que simplemente se dedica al negocio de la información. También habrá quien piense que todo eso es muy pretencioso y que yo no soy nadie para repartir carnés de periodista, sobre todo ahora mismo cuando ejerzo a medio gas. Pero por eso mismo veo la diferencia entre lo que debería ser el periodismo como bien social, y en lo que se ha transformado como negocio de masas al estilo de las industrias culturales de consumo. 

En definitiva, si tienes 6/8 cuya respuesta es la (a), siéntete buen periodista, pero si la mayoría de tus respuestas son (b), seguramente hagas cosas muy parecidas a lo que es el periodismo, pero nunca te sentirás periodista.

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