Bien es cierto que España, o lo que quedaba de ella, estaba en la UCI desde hacía un par de años, pero hoy, un día festivo, como debe ser en este recóndito lugar, se ha oficializado la muerte de España como país.
Era un secreto a voces y por todos sabido, pero no ha dejado de ser una noticia impactante: Mario Conde oficializa su llegada a la política. Lo hace en el seno de Sociedad Civil y Democracia (SCyD). Hasta aquí todo sería normal si no fuera porque el señor Conde es un delincuente. Bueno, pongan el prefijo (-ex), y así todo queda más periodístico, pero la realidad es que se trata de una persona que robó y cometió delitos penados por ley.
Aceptemos pulpo... Pongamos que la justicia y el régimen penitenciario han cumplido su función y Mario Conde está reinsertado y perfectamente es válido para ejercer un cargo político sirviendo a la función pública. Correcto. Pensemos que las personas pueden cambiar, que la vida da muchas vueltas, que la gente merece segundas oportunidades...
¿De verdad que alguien debe confiar su dinero en este hombre?, ¿no está la política y los políticos demasiado dañados en su imagen como para que un "ladrón" de guante blanco aterrice en cualquier parlamento?
Sinceramente me parece una broma de muy mal gusto. Pero lo peor, leyendo comentarios en las noticias que he visto en diferentes medios digitales, es que hay gente a la que no le parece mal. Debe ser que los actuales corruptos ya no gustan y queremos renovar los despachos. Si no, simplemente me parece demencial que se tome con normalidad la llegada de Mario Conde a la función pública. De por sí, me parece bastante chirriante que los medios le hayan acogido con tanta naturalidad, incluso haciéndole palmas, pero de ahí hasta donde pretente llegar.
Por desgracia todo esto no es una broma. Mientras España se hunde y resquebraja por la mitad, los políticos campan a sus anchas por Castilla con total impunidad ante sus actos. Y para colmo, se une al clan un hombre que robó y cometió otros tantos delitos. Si quedaba alguna duda, todas se han disipado: España ha muerto.
Era un secreto a voces y por todos sabido, pero no ha dejado de ser una noticia impactante: Mario Conde oficializa su llegada a la política. Lo hace en el seno de Sociedad Civil y Democracia (SCyD). Hasta aquí todo sería normal si no fuera porque el señor Conde es un delincuente. Bueno, pongan el prefijo (-ex), y así todo queda más periodístico, pero la realidad es que se trata de una persona que robó y cometió delitos penados por ley.
Aceptemos pulpo... Pongamos que la justicia y el régimen penitenciario han cumplido su función y Mario Conde está reinsertado y perfectamente es válido para ejercer un cargo político sirviendo a la función pública. Correcto. Pensemos que las personas pueden cambiar, que la vida da muchas vueltas, que la gente merece segundas oportunidades...
¿De verdad que alguien debe confiar su dinero en este hombre?, ¿no está la política y los políticos demasiado dañados en su imagen como para que un "ladrón" de guante blanco aterrice en cualquier parlamento?
Sinceramente me parece una broma de muy mal gusto. Pero lo peor, leyendo comentarios en las noticias que he visto en diferentes medios digitales, es que hay gente a la que no le parece mal. Debe ser que los actuales corruptos ya no gustan y queremos renovar los despachos. Si no, simplemente me parece demencial que se tome con normalidad la llegada de Mario Conde a la función pública. De por sí, me parece bastante chirriante que los medios le hayan acogido con tanta naturalidad, incluso haciéndole palmas, pero de ahí hasta donde pretente llegar.
Por desgracia todo esto no es una broma. Mientras España se hunde y resquebraja por la mitad, los políticos campan a sus anchas por Castilla con total impunidad ante sus actos. Y para colmo, se une al clan un hombre que robó y cometió otros tantos delitos. Si quedaba alguna duda, todas se han disipado: España ha muerto.
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