Parece casi un chiste, pero lo cierto es que la economía española, y su derivada a los sujetos sociales que la componen, cada día está en peor estado. Ya no se trata de una crisis. Dan lo mismo los recortes, los ajustes, las subidas de impuestos, ya nada importa.
Un día más, y tras Consejo de Ministros, nos llega un "chorreón" de nuevas medidas encaminadas a solucionar el conflicto económico en el que se encuentra inrmerso España. Personalmente es mi nuevo "pan y circo". Así, he quedado con un ex compañero de Facultad, y con unos austeros 5 euros hemos comprado unas migas en la tienda del señor Juan Roig. Chorizo, unas patatas, y a comer.
Da lo mismo si el IVA se ha cebado con la cultura, si las gafas cuestan más o menos, o si los comerciantes pueden abrir todo lo que quieran. No sé, hoy me encuentro un tanto pesimista. Eso sí, no es un pesimismo agónico y sin sentido, es una sensación basada en hechos reales. El Gobierno tiene entre ceja y ceja reducir el déficit. Impuesto por Europa, o el c... de la Bernarda, me da lo mismo, la cuestión es que ahora no importa el paro, no el creicmiento, ni la regeneración del tejido empresarial. Solo importa "sanear las cuentas".
Ahora bien, una vez que el déficit esté a cero, ¿qué vamos hacer? Cuando lleguemos a ese punto de la crisis, el paro rondará el 30%, los emprenderores y las inversiones se habrán marchado de España, las empresas no serán rentables. En definitiva, el sistema económico español habrá muerto. La gente no tendrá ahorros, puesto que habrá tenido que disponer de ellos, las entidades financieras no serán solventes, el nivel educativo estará por los suelos...
Por lo tanto, para qué habrá servido compensar las cuentas. Sí, para financiarse barato y todas esas cosas, pero de verdad que no hay otra vía de hacerlo. No soy economista, ni lo pretendo. Simplemente soy un nuevo parado que mira hacia el abismo con la sensación de que esta situación iniciada por el Gobierno no tiene retorno. El estrangulamiento de la economía y la falta de consumo es tal, que solo los valientes que superen los próximos 3 o 4 años podrán seguir adelante.
No hay palabras para definir la sensación de indefensión ante un Gobierno que su argumento es la herencia recibida. Sí, fue pésima, lamentable. El PSOE es copartícipe de esta situación, pero no veo que se esté haciendo nada por mejorarlo. Al menos que dé sus frutos. Así pues, que cada uno se encomiende a sus santos favoritos. Dentro de cuatro años veremos dónde estamos.
Un día más, y tras Consejo de Ministros, nos llega un "chorreón" de nuevas medidas encaminadas a solucionar el conflicto económico en el que se encuentra inrmerso España. Personalmente es mi nuevo "pan y circo". Así, he quedado con un ex compañero de Facultad, y con unos austeros 5 euros hemos comprado unas migas en la tienda del señor Juan Roig. Chorizo, unas patatas, y a comer.
Da lo mismo si el IVA se ha cebado con la cultura, si las gafas cuestan más o menos, o si los comerciantes pueden abrir todo lo que quieran. No sé, hoy me encuentro un tanto pesimista. Eso sí, no es un pesimismo agónico y sin sentido, es una sensación basada en hechos reales. El Gobierno tiene entre ceja y ceja reducir el déficit. Impuesto por Europa, o el c... de la Bernarda, me da lo mismo, la cuestión es que ahora no importa el paro, no el creicmiento, ni la regeneración del tejido empresarial. Solo importa "sanear las cuentas".
Ahora bien, una vez que el déficit esté a cero, ¿qué vamos hacer? Cuando lleguemos a ese punto de la crisis, el paro rondará el 30%, los emprenderores y las inversiones se habrán marchado de España, las empresas no serán rentables. En definitiva, el sistema económico español habrá muerto. La gente no tendrá ahorros, puesto que habrá tenido que disponer de ellos, las entidades financieras no serán solventes, el nivel educativo estará por los suelos...
Por lo tanto, para qué habrá servido compensar las cuentas. Sí, para financiarse barato y todas esas cosas, pero de verdad que no hay otra vía de hacerlo. No soy economista, ni lo pretendo. Simplemente soy un nuevo parado que mira hacia el abismo con la sensación de que esta situación iniciada por el Gobierno no tiene retorno. El estrangulamiento de la economía y la falta de consumo es tal, que solo los valientes que superen los próximos 3 o 4 años podrán seguir adelante.
No hay palabras para definir la sensación de indefensión ante un Gobierno que su argumento es la herencia recibida. Sí, fue pésima, lamentable. El PSOE es copartícipe de esta situación, pero no veo que se esté haciendo nada por mejorarlo. Al menos que dé sus frutos. Así pues, que cada uno se encomiende a sus santos favoritos. Dentro de cuatro años veremos dónde estamos.
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