Vaya por delante que no voy a defender a ningún político. No obstante, me parece injusto que si en la cesta de manzanas las hay podridas, aunque puedan ser mayoritarias, se crea que todas están en la misma situación. Habrá manzanas buenas, malas, que merezcan la pena, que den asco... Pero lo que debe estar claro es que una buena manzana vale por 10 McMenús, siempre y en cualquier sitio.
Este circunloquio viene a cuento de un tweet que he escrito esta mañana: "Fernando Alonso: "Sentía que tenía que hacer algo por España". Majete, espero que todo lo que ganas lo tributes, ¿no? Con eso valdría". Enseguida han llegado los reproches, las críticas y demás divagaciones. Bien es cierto que luego he indagado un poco y he visto que, efectivamente, el piloto de Ferrari "ha vuelto a casa". Bien es cierto que no con todo, pero el gesto le honra.
No obstante, el tema no va sobre Fernando Alonso. No quisiera yo meterme con una "vaca sagrada" de la sociedad española. Sino, precisamente, con ese endiosamiento que hay hacia ciertos personajes, sobre todo deportivos, o figuras que han ganado un reconocimiento son saber muy bien cuál es su valor.
Ojo. No reprocho nada a los Nadales, Gasoles y demás deportistas que nos dan fama y gloria. Tampoco critico lo que puedan hacer cantantes o artistas que venden la 'Marca España'. Mi única intención, a raíz de ese "tenía que hacer algo por España", es la de saber quién hace qué por nuestro país.
En este momento es donde reengancho el asunto de los políticos y las manzanas. Parece un auténtico suicidio defender en estos momentos a la clase política, sobre todo cuando la ciudadanía entera la ve con malos ojos. Pero hay una realidad: un buen político vale por 10 Rafa Nadales.
Lo de la ilusión y las alegrías deportivas está muy bien. Incluso pagando todos sus impuestos, creo que la buena gestión de un político es lo que verdaderamente necesita España. En realidad, lo que haga Alonso, Gasol o Lorenzo es totalmente contingente. La verdadera necesidad reside en la capacidad que un político tenga de hacer bien su trabajo. Esto puede pasar por saber cómo y cuándo construir, tomar decisiones que beneficien a su comunidad, elegir que opción es la correcta ante varias opciones, no gastar más de lo que se ingresa... Es cierto que hay un descrédito generalizado que impide confiar, pero la realidad es la que es.
Me gusta que Alonso gane, y que hable de España, pero no creo que nada de lo que haga le sirva a España. Insisto en que de ánimo no se puede vivir. También insisto en que seré el primero que anime a 'La Roja' en cada partido, y grite como si me fuera la vida en ello, pero soy consciente de lo que realmente necesita mi país. Pese a que en estos momentos, lo que se requiere, es decir, buenos políticos, no se encuentren en casi ningún lugar.
Este circunloquio viene a cuento de un tweet que he escrito esta mañana: "Fernando Alonso: "Sentía que tenía que hacer algo por España". Majete, espero que todo lo que ganas lo tributes, ¿no? Con eso valdría". Enseguida han llegado los reproches, las críticas y demás divagaciones. Bien es cierto que luego he indagado un poco y he visto que, efectivamente, el piloto de Ferrari "ha vuelto a casa". Bien es cierto que no con todo, pero el gesto le honra.
No obstante, el tema no va sobre Fernando Alonso. No quisiera yo meterme con una "vaca sagrada" de la sociedad española. Sino, precisamente, con ese endiosamiento que hay hacia ciertos personajes, sobre todo deportivos, o figuras que han ganado un reconocimiento son saber muy bien cuál es su valor.
Ojo. No reprocho nada a los Nadales, Gasoles y demás deportistas que nos dan fama y gloria. Tampoco critico lo que puedan hacer cantantes o artistas que venden la 'Marca España'. Mi única intención, a raíz de ese "tenía que hacer algo por España", es la de saber quién hace qué por nuestro país.
En este momento es donde reengancho el asunto de los políticos y las manzanas. Parece un auténtico suicidio defender en estos momentos a la clase política, sobre todo cuando la ciudadanía entera la ve con malos ojos. Pero hay una realidad: un buen político vale por 10 Rafa Nadales.
Lo de la ilusión y las alegrías deportivas está muy bien. Incluso pagando todos sus impuestos, creo que la buena gestión de un político es lo que verdaderamente necesita España. En realidad, lo que haga Alonso, Gasol o Lorenzo es totalmente contingente. La verdadera necesidad reside en la capacidad que un político tenga de hacer bien su trabajo. Esto puede pasar por saber cómo y cuándo construir, tomar decisiones que beneficien a su comunidad, elegir que opción es la correcta ante varias opciones, no gastar más de lo que se ingresa... Es cierto que hay un descrédito generalizado que impide confiar, pero la realidad es la que es.
Me gusta que Alonso gane, y que hable de España, pero no creo que nada de lo que haga le sirva a España. Insisto en que de ánimo no se puede vivir. También insisto en que seré el primero que anime a 'La Roja' en cada partido, y grite como si me fuera la vida en ello, pero soy consciente de lo que realmente necesita mi país. Pese a que en estos momentos, lo que se requiere, es decir, buenos políticos, no se encuentren en casi ningún lugar.
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