Un raro descanso

Como ya dije hace unos días, este Blog se convierte en territorio basket.

Sé que esta noticia puede entristecer a las hordas de personas que siguen este Blog y que el baloncesto ni les va ni les viene, pero la mejor manera de diferenciar contenidos es restringir los temas durante estas dos semanas. Así que tranquilos, serán sólo 10 días, más o menos.

Y entrando en faena, segundo partido de la selección española y segunda sensación de vacío existencial. Personalmente, no sé si es por mi extraña apatía hacia el nerviosismo, o porque no confío mucho en los demás rivales, pero pese al juego de España, sigo creyendo que 'la Roja' es la favorita número dos para llevarse este torneo.

Es extraño, en el Mundial de fútbol de Sudáfrica tenía la misma sensación, y al final la cosa salió redonda.

La primera fase del MundoBasket es un engañabobos de mucho cuidado. Con dos victorias estás en 1/8 de final, y si has tenido suerte de que el favorito de tu cruce haya pinchado, lo mismo te encuentras por sorpresa con una Francia o algo así y te plantas en 1/4.

El verdadero potencial de España debe medirse en 1/4 de final. Ahí está la clave. Para ganar un campeonato de estas características, lo fundamental es jugar tres partidos al límite de tus posibilidades, las tres últimas rondas, lo demás es un aperitivo moral del que sólo los débiles hacen lectura.

Confío en este equipo, confío en la inmensa capacidad como arengador de Sergio, y sí, he dicho arengador, y es que creo que a ciertos niveles de profesionalismo (cuatros finales en los últimos cuatro campeonatos) lo que mejor viene es una persona capaz de mentalizar, motivar y hacer que cada uno sea mejor.

Lo dicho, hoy jornada de descanso, mañana volvemos contra nuestros "amigos" lituanos, y ojo, que nadie piense que la cosa va a mejorar. España seguirá mostrando dudas, imprecisiones... eso hasta 1/4 de final.

Sólo un día

En menos de 24 horas se pondrá en danza la pelotita naranja, o lo que es lo mismo, dará comienzo el MundoBasket de Turquía, cuya principal característica será, por desgracia, las mil y una ausencias que condicionarán la competición.

Por mucho que se pretenda no hablar del tema, es algo casi imposible. No hay ni una sola selección que no tenga las bajas de gente importante, o en el caso de algunos combinados, sus dos o tres estrellas. Eso, por su puesto, no excluye a 'la Roja', que ya sabía desde hace tiempo que no contaría con Pau Gasol. Pero además, hay que añadir la baja de última hora del extremeño José Manuel Calderón.

Dicho todo esto, y pese a las bajas, retiros voluntarios y demás pamplinas, un Mundial es un Mundial y pone en liza a los mejores conjuntos del mundo. Pese a que los 'USA guys' llaman campeonato del mundo a su mercadotécnico NBA, lo cierto es que la única copa del mundo la otorga la FIBA, pese a quien le pese, y si la quieren ganar tendrán que sudar.

Sobre este tema, el momento Nostradamus, tengo dos favoritas claras, únicas y absolutas: España y EEUU. Todo lo demás será una sorpresa más o menos relativa. Evidentemente, Argentina, Brasil, Serbia, la anfitriona Turquía... pueden tener opciones de alzarse con el triunfo final, pero desde mi punto de vista será una sorpresa. No de carácter mayúsculo como si ganase Eslovenia o Lituania, pero no dejará de ser algo no esperado.

En cuanto a España, como ya digo lo veo todo perfecto. Tengo el mismo convencimiento sobre sus posibilidades que tenía en Sudáfrica con respecto al fútbol. Un equipo sólido, maduro, con calidad, ganas, y sobre todo, mucha ambición. La ausencia de Pau es notable, muy notable, pero creo que su impacto será menor si todos rinden como deben.

Con todos estos ingredientes nos disponemos a vivir dos semanas de locura baloncestística... ¡¡¡ Porque la vida puede ser maravillosa !!!

MundoBasket de Turquía 2010

Desde hoy, y hasta el 12 de septiembre, este Blog será casi monotemático. Traeré textos, videos, opiniones y toda clase de cosas relacionadas con el Mundial de Basket de Turquía.

Salvo que cambiemos de Gobierno o encuentre un trabajo de 2.000€, sólo habrá un pensamiento, una idea... el oro...

Para empezar, hoy traigo una promo que han preparado los argentinos, simplemente genial. Por eso son los "amos" en este sector de la comunicación...

Adiós Don Carlos

Éste es el pequeño homenaje de un humilde e insignificante periodista que no llega ni a eso, a un excelso y todoterreno Periodista (con 'p' mayúscula) como lo era Carlos Mendo.

Su muerte, a mí personalmente, me ha dejado con una sensación de rabia muy grande. Como relata Miguel Ángel Aguilar en un fabuloso repaso de sus días, se va en verano, fuera de antena y con poco ruido, de ahí ese mal sabor de boca.

Hacía mucho que no le escuchaba, quizás demasiado, pero su figura quedará grababa en mí mucho tiempo.

Sin duda, lo que más y mejor recuerdo son sus intervenciones en 'Hora25' junto con el citado Miguel Ángel Aguilar, Carlos Carnicero y José María Ridao. Los cuatro formaban, a mi modo de ver, el mejor conjunto de tertulianos de todo el espectro audiovisual. Calidad, rigor, saber estar... cada uno con sus ideas, sus preferencias, pero sobre todo, su saber hacer periodístico.

Dicen que a veces los pequeños momentos son los que refrescan el alma y las ideas. Pues bien, como pequeño momento recuerdo durante mis dos años de estancia en Murcia los debates de 'Hora25'. Imbuido por la ilusión de escuchar a los "grandes", cada noche que les tocaba conectaba la radio a las 23.00 y después a dejar fluir mente y cuerpo. Daba lo mismo que hubiera sido un duro día de clases, trabajo o lo que fuera, durante esa hora y gracias a la magia de la radio estaba en mi burbuja y nada podía estropearlo.

Cuando volvamos a la nueva temporada se me hará raro no escuchar esa voz descarnada y siempre orgullosa del sistema americano.

Vaya por usted, adiós Don Carlos.

La responsabilidad, ese extraño elemento

Hoy, me he enfrentado a un estudio de esos que parece tener relativa poca enjundia pero que desvela mucho de lo que somos las personas.

Algo así como que un 14% de los trabajadores no le gustaría ser jefe.

La cuestión es ¿por qué? Después de leer el estudio y ver las diferentes respuestas y motivos por los cuales a un empleado "raso" no le gustaría ser jefe, a uno le queda la ingrata sensación de vivir en una sociedad de mediocres.

OJO, que nadie entienda esto como un gesto de altivez por mi parte, o de grandilocuencia desmedida, es sólo que no siempre entiendo que una persona que de verdad tiene una vocación profesional no quiera alcanzar más metas y llegar más lejos.

Siendo previsor, y para que nadie se me eche encima, hablo sólo, como ya he dicho, de las verdaderas vocaciones. Evidentemente, alguien que llega a un trabajo tras muchos rebotes y no le apasiona lo más mínimo, pues entenderé que ascender o no le sea indiferente, es más, comprendo que cuanto menos sea el número de "marrones" a comerse, mejor.

Pero qué hay de las personas cuya suerte le ha llevado a un puesto de trabajo que deseaba y ante si tiene la posibilidad de ascender. Esas personas habrán contestado que no quieren ser jefes...

Una vez más, y ante la previsión de que nadie me tache de nada, exceptuaré situaciones en las que la realidad laboral se ve mejor desde la situación de empleado, pero insisto, dónde han quedado las ínfulas de grandeza.

Está claro que hay diferentes caracteres, que no todos deben ser jefes, que en ocasiones la vida se ve mejor sin tomar decisiones... Pero no es acaso un falta de "hombría". Sea como sea, todo este asunto lo derivo en una falta de responsabilidad, mejor dicho, miedo a tener responsabilidad. Pánico a enfrentarse con valentía a duras decisiones, temor a despedir a alguien, inquietud por la posibilidad de tomar una mala decisión...

La sociedad, y nosotros al pertenecer a ella, hemos ido mermando nuestra capacidad de tomar decisiones, de ser responsables con nuestros actos. Desde pequeños dejamos todo en mano de nuestros padres, luego profesores, posteriormente jefes... Siempre es problema de otro lo que nos pase a nosotros, simplemente surrealista.

El viernes, ese día


(20 / ago / 2010) - Lo reconozco, cuando sea mayor quiero ser un viernes.

Nunca hasta hoy me había parado a pensar, al menos de forma reflexiva, la magia que tiene un viernes. Me doy cuenta de que un viernes es lo más parecido al inicio de la primavera. De lunes a jueves vivimos en una espcie de invierno lluvioso y de temperaturas bajas; tranquilo y rutinario, pero sin la mínima chispa. Sin embargo, la llegada del viernes, al igual que la primavera, ya puede tener mejor o peor cara, pero produce una extraña excitación difícil de controlar.

Por casualidades casi forzadas, un viernes depara sorpresas. Algunas buenas, otras malas; y muchas que te dejan indiferente, pero tiene esa capacidad de sorprender, aliviar, suscitar alegría, o, por qué no, también tristeza.

En ese aspecto, un viernes tiene un efecto placebo muy interesante para las malas noticias. La respuesta puede ser siempre la misma: "bueno, al menos hoy es viernes". Suspendes un examen y no pasa nada, se celebra. Te echan del curro y te consuelas con tus excompañeros tomando birras. Y lo mejor, te deja tu novia/o y qué mejor cosa que hacer que salir al campo a picar flores. Aunque lo trágico de los viernes es que se acaban y uno debe enfrentarse a todo lo anterior.

No obstante, en esa línea, los viernes tienen un halo especial que los sábados no pueden reprodurcir. Para un sábado ya sabes qué hacer. Tienes día de campo, barbacoa o cena, o no lo tienes; escapada de fin de semana o no, fiesta o no... Todo está atado, casi nada queda a la improvisación, no hay margen de última hora.

Sin embargo, los viernes son incontrolables. Cervezas que se convierten en copas al amanecer, escapadas que terminan en una playa de Valencia; gente nueva, palabras nunca dichas, confesiones múltiples... los viernes tienen magia, su imprevisibilidad le otorga un carácter único, diferente; difícilmente un viernes se parece a otro.

La tragedia del bipartidismo

Tras el intenso debate del último Post con dos máquinas de esto de pensar, la conclusión a la que he llegado es que la clase política tiene un "problemilla", y el origen lo veo en el turnismo casi obligado.

Vayamos por partes. La conclusión a la que se llegó es que al margen de subir los impuestos y que unos lo veamos relativamnte acertado, y otros piensen que se trata de un acto horrendo y pecaminoso, la cuestión es que todo es culpa de los políticos, como no.

Pero más allá de que la culpa sea de ellos o no, aunque claro que lo es, el problema es que no hay manera de cambiarlo. Soy consciente del pesimismo que desvela esta afirmación, lo que sucede es que una vez analizada la situación no queda más que la resignación como castigo.

Nada va a cambiar. No interesa ni al que gobierna ni al que oposiciona. El que gobierna y puede cambiar no lo hace a sabiendas de que en una o dos legislaturas volverá, y el que oposiciona, no quiere cambiar nada por lo mismo, por el convencimiento de que en tan sólo una o dos legislaturas volvería a gobernar.

No se quieren tomar medidas económicas porque saben que se pueden volver en tu contra, decisiones las mínimas para no rectificar, ni que te rectifiquen, concesiones a los nacionalistas por la dichosa Ley electoral... y así un largo etcétera.

Por todo ello, no creo que ningún Alcalde quiera bajarse el sueldo, y el opositor tampoco lo quiere, así de simple.

Y sobre la Constitución ni hablar. Abrir esa 'caja de pandora' sería un suicidio político para los dos grandes. Tocaría enfrentarse a la citada Ley electoral, a la financiación de partidos, subvenciones... Y eso no lo quieren y punto. Ante todo esto, que lo vea injusto no quiere decir que no lo entienda, por eso lo explico así. Y que mi planteamiento sea pesimista no quiere decir que no intente, al menos desde mi posición, hacer "algo".

La sensación que tengo es que estamos esclavos de nuestra propia libertad. Haber luchado tanto tiempo por tener unos derechos ha provocado que una vez adquiridos, una sobra de los que realmente deberían ser, nos hemos acomodado.

Una lástima.

PD. Quiero mostrar mi agradecimiento a dos de los comentaristas más sensatos que pasan por aquí de vez en cuando. JR Martínez y HUK. Además, aconsejo pasar por el Blog de éste último... merece la pena.

Impuestos y concienciación

Dije en Twitter que no hablaría sobre el tema, pero al final no he podido.

El nuevo amago de subida de impuestos que pretende llevar a cabo el Gobierno está volviendo hacer correr rios de tinta. Subida sí, subida no...

Para terminar de cerrar la cuadratura del círculo, Expasión saca en su portada digital una especie de librillo antiengaño para que nos demos cuenta de cómo nos engaña el Gobierno. Muy bien, para eso están los medios, pero creo que para algo más que contravenir las ideas de la Administración central.

Pero bueno, esa no es la cuestión. Al margen de que una subida de impuestos siempre es dolorosa, al menos para las clases "llanas", hay algo sobre lo que la ciudadanía no se acaba de mentalizar, y es que los impuestos son un dinero de todos y para todos.

Es más, a fin de cuentas somos esas clases bajas las que más nos beneficiamos de la recaudación impostiva. Un 'puñaltero' se me echaría encima y cuestionaría mi propia ideología, pero a fin de cuentas es la realidad. Puedo viajar por carreteras gracias a que los ricos pagan impuestos, puedo ir al médico gracias a que los que tienen más que yo les "pillan" más de un 40% de sus salarios, y así un largo etcétera.

La gente parece no mentalizarse de que la sociedad a la que estamos acostumbrados del "gratis total" tiene un coste que en la mayoría de veces no asumimos esa clase trabajadora. OJO, antes de que nadie se me tire encima, no digo que la contribución de la clase media-baja no sea fundamental, lo que yo quiero expresar es que en relación con las ventajas que sacamos, no pagamos tantos impuestos.

Sé que estoy tirando piedras contra mi tejado, pero qué beneficios saca de los impuestos que paga alguien que tiene sanidad privada, lleva a sus hijos a colegios privados y circula por carreteras de peaje...

Los impuestos, y sobre todo en época de vacas flacas, son un contratiempo bastante duro, pero seamos sensatos, se trata de algo necesario.

Bésame


Después de ver la película 'My Blueberry nights', del director chino Wong Kar-Wai, y sobre todo de leer una crítica, he reflexionado sobre la esencia del beso.

La crítica decía algo así como que todas las películas deberían acabar con un beso, simplemente. Intentando averiguar el porqué de terminar así, he imaginado una pequeña lista de los besos que se pueden dar, y sobre todo, qué tiene un beso para que se convierta en algo tan fundamental en nuestras vidas.

La lista de besos puede ser interminable.

Tenemos besos en la frente, en la mejilla; besos con amor, desengaño; besos con lengua, sin lengua; besos humedos, calientes, románticos, al aire; besos que nunca se tuvieron que dar, besos que no se han dado; besos furtivos, robados, alquilados; besos engañosos, traicioneros... Besos en el cuello, en la espalda; besos apasionados, de mentira; besos fraternales, sinceros; besos eternos, besos que nunca se olvidan; besos que no se deberían recordar, besos que se sueñan; besos que no son besos, besos que son más que un beso...

Como digo, la lista podría ser eterna, es más, cada persona es un beso, cada beso una persona.

Pero qué tiene un beso que hace que hasta la persona más ruda pierda el sentido. Por qué simboliza tanto un gesto tan simple. Muchas de las historias de amor empiezan con un simple beso, muchas de ellas acaban de la misma forma, aunque supongo que no hay nada más doloroso que dar un último beso sin el aviso de que no habrá más.

Un beso, la aproximación de los labios a otros labios, o bien a otra parte del cuerpo; un beso, un gesto tan mínimo que solo imaginarlo da pavor; un beso para saludar, un beso para despedir, un beso que hace imaginar, soñar y reir, ¿qué tiene un beso?

Como diría el genio Julio Cortazar: en un beso, quién es el besado...

No sé si una película siempre debería terminar o no con un beso, la cuestión es por qué no...

La vida era maravillosa

La vida se hace evidencia, y una muy clara es que hay personas que son insustituibles.

Al margen de lo bien o mal que pudiera caer Andrés Montes, célebre por sus excentricidades comunicativas, el famoso narrador y periodista deportivo ha dejado un vacío tras de si muy difícil de cubrir.

No es por menospreciar el trabajo de su sustituto al frente de las narraciones de baloncesto en 'laSexta', Mel Otero, no soy quien, pero hay una diferencia muy grande que se nota sobre todo en los partidos amistosos de preparación que está jugando la selección española.

Ya he dicho que no soy quien para dar consejos o decir lo que un gran profesional como Mel Otero debe hacer, pero creo que sobre todo y por encima de cualquier cosa lo que no debe hacer es ni una sola imitación de Andrés Montes, por pequeña que sea. Caigo en la cuenta de que Montes tenía muchos detractores, quizá demasiados, cosa que no entiendo, por eso habrá quien agradezca la llegada del narrador gallego a las retransmisiones de basket, yo personalmente me quedo un tanto frío.

Me había acostumbrado a la calidez de Montes, a sus estruendos, esas locuciones llevadas al extremo de la exageración, pero que era inigualable. Por todo ello, durante el próximo MundoBasket de Turquía, yo personalmente echaré de menos a ese loco bajito...

Madrid, Madrid, Madrid...

Ante la ponzoña informativa que representa el mes de agosto, los periodistas han visto un filón en las primarias que habrá en la Comunidad de Madrid para elegir a la persona que se medirá en el cara a cara con Esperanza Aguirre.

Pese al empuje que siempre produce una cara nueva, aunque nueva es por su lucha en la presidencia de la Comunidad, parece que Trinidad Jiménez no tiene mucho que hacer con Tomás Gómez.

Por lo que a mí respecta lo tengo muy claro, la candidata ideal sería la actual ministra de Sanidad, aunque siendo realista ninguno de los dos tiene nada que hacer contra la lideresa. Pero la última palabra la tienen los afiliados de Madrid, que serán los que pongan en liza a su candidato preferido.

Como ya he dicho, la victoria del PP en Madrid parece algo que se dará de nuevo, e intuyo que los resultados volverán a ser holgados, y una de las causas de la derrota socialista es que en frente van a poner a alguien de las mismas características que Esperanza Aguirre. Y es que lo debo reconocer, Tomás Gómez no es mi candidato preferido, como ya deje claro la primera vez que le escuche en profundidad y analizando su mensaje.

El ex alcalde de Parla me parece demasiado similar. Muy soberbio, vanidoso, de crítica dura... veo una versión masculina de Esperanza Agurrie. Ante esto, planteo mi tesis haciendo un símil futbolero, y es que al Barça de Guardiola no se le puede ganar jugando al fútbol bonito como hacen ellos, hay que hacerlo con el anti fútbol de Mourinho. Pues lo mismo sucede, no se puede ganar a alguien del perfil de Aguirre con otra persona idéntica, creo que sería más ventajoso para el PSM presentar como candidata a Trinidad Jiménez.

Pero bueno, es una opinión sesgada por mi gran simpatía hacia la ministra, aunque mi convencimiento personal y razonado creo que lo he expuesto.

Una de 'tontos' y 'tontos anti'

Dentro de la amalgaba de cosas que no entiendo, o ni siquiera puedo intentar comprender, se sitúa el seguimiento a las ideologías extremas, tanto las que vuelcan su peso a derecha, como las que lo hacen a izquierda.

Pero es mayor el desconcierto que me produce posicionarse de forma sistemática en contra de dichas ideologías. Es decir, si absurdo me parece ser nazi, más lo es ser anti-nazi. Creo que se trata de un ejercicio doble de pérdida de la propia personalidad. Si ser nazi supone un descalabro anacrónico hacia una forma de pensamiento que elude el desarrollo de un pensamiento reflexivo y calmado, más lo es ir a contracorriente y aborregarse en contra de un movimiento ideológico, basando el propio en la destrucción de ideas.

Todo esto, como suele ser costumbre, viene suscitado por la triste visualización de una realidad. Ésta se ha dado hoy por la mañana en el Metro. Justo en el túnel que te introduce hacia los mundos subterráneos había una suerte de pintadas que se referían a los nazis en tonos insultantes.

La pregunta es ¿por qué?, ¿cuál es la necesidad de expresar su anti ideología?, ¿por qué no expresar la propia?

Supongo que serán preguntas sin responder, porque entre otras cosas intuyo que nadie las querrá contestar.

Camino de Francia

Hoy hablaré del país vecino y cómo los españoles "huyen" a él para encontrar trabajo.

El asunto de la emigración laboral en busca trabajo en las viñas francesas, nada tiene que ver con una de mis películas favoritas ('Un buen año'). En ella se recrea las desventuras de un empresario americano que por casualidad hereda de un pariente varias hectareas de viñedos en la Provenza francesa.

Un paisaje de encanto, languidos atardeceres rojizos, música de fondo... todo muy bonito y bucólico. Lo que sucede es que los más de 14.000 españoles que se desplazarán a Francia a finales de agosto y principios de septiembre no se encontrarán algo así.

La pregunta es, ¿por qué viajar hasta Francia para recoger uvas?

La respuesta es simple: casi tres euros de diferencia a la hora.

Parece lógico hacer un esfuerzo familar y personal para ganar casi el doble de lo que se hace en la recogida de la fresa en Huelva. Hace tiempo critiqué con mi desaire habitual el hecho de que los españoles en Paro no se desplazasen a las zonas agrícolas por excelencia, pero después de haber pasado hoy por la sede de UGT a la rueda de prensa de presentación de esta campaña, uno lo acaba de entender.

Para que va ir un agricultor a Huelva si le van a dar una miseria. Lo cierto es que me he quedado bastante sorprendido sobre las enormes diferencias entre Francia y España en materia laboral agrícola. No estaba al corriente sobre las gigantes diferencias, tanto de salario como de calidad.

De finales y principios

Hace algún tiempo, bueno, en realidad mucho tiempo, un profesor del Instituto nos habló sobre el avance en espiral ascendente del progreso histórico. Sí, yo en su momento tampoco lo entendí, pero en el fondo es sencillo, asimilable y lo mejor, real.

Lo que viene a explicar esa teoría es que todo avance se produce cuando la sociedad tiene una regresión a un punto primigenio para seguir avanzando, pero con los valores ya adquiridos en la precedente evolución. Es decir, cada avance significa volver a unos modos y costumbres anteriores que desembocarán en algo nuevo.

¿Y esta monserga para qué?, pues entre otras cosas para quien la quiera leer. Pero el asunto que me trae (de nuevo personal) es que he cambiado de libro de lectura y serie que "compartir" por Internet.

Empecemos por los temas librarios. Hace unos días ensamblé mi escudo bornónico y me puse a leer una biografía del monarca Juan Carlos I. Lo hice porque intuyo que no le quedan muchos veranos en Mallorca (que nadie piense mal, a lo mejor se va a Benidorm), pero bueno, le voy dar tregua, así que lo dejaré para más adelante. No obstante, me ha dado tiempo a leer un cuarto de libro, más o menos hasta que tenía unos 10 años.

¿Y ahora? Pues a mis manos ha caído 'El retrato de Dorian Gray', escrito por un personaje de esos de aupa. Espero mucho de este texto, aunque también lo hice de '1984' y el palo fue grueso. En fin, si no hay contratiempos de ningún tipo (quién sabe lo que suecede en agosto), veremos qué tal.

En cuanto a las series compartidas a través de Internet, pues ayer mismo acabé con 'The Big Bang Theory'... sinceramente, muy recomedable, vamos, áltamente recomendable, y más para este tiempo caluroso. Es corta pero intensa (20 minutos por capítulo), inteligente y divertida, vamos, cualidades que se podría pedir a una mujer.

¿Y ahora? Creo que me voy a adentrar en el mundo 'The wire'. Por lo poco que sé de ella, no es fresca ni ligera, pero bueno, entretener a las neuronas con algo contundente tampoco viene mal.

La malabarista de Cuzco

La semana pasada ya traje a este pequeño lugar un texto que abrazaba, o al menos lo intentaba, la literatura con una pequeña reflexión personal. Pues bien, creo que mis paseos matutinos de camino al trabajo van a dar de si más de lo que yo pensaba.

Concretamente, esta mañana me he vuelto a cruzar con una chica que se sitúa en la esquina del Ministerio de Economía para realizar malabares a cambio de "algo".

Personalmente me resulta curioso. No porque pedir dinero sea algo poco habitual en Madrid, sino porque se ha perdido la esencia de cómo trabajarse esas pequeñas monedas. Muchas veces, en el Metro o simplemente por la calle, la gente tiende la mano y pide, sin ofrecer nada a cambio. Es lógico, su situación debe ser lo suficientemente dura como para andar jugando a los títiriteros o aprendices de cantautor, pero en ocasiones algo sacado de lo común puede despertar la simpatía necesaria para hacer ese sacrificado gesto de sacar unos céntimos del bolsillo.

Esta malabarista en cuestión suele llevar un bombín. Negro, casi roto y de aspecto olvidado. Debajo aguarda una maraña de pelo a modo rastafari que deja entrever una actitud desenfada ante el mundo. Siempre lleva unas botas altas y cuyo color quiere pasar desapercibido. Por lo general lleva una falda de volantes que ayuda a que sus gestos circenses se compongan en una onda casi perfecta.

Durante su "actuación" casi todo vale con tal de abrir unas bocas bostezantes que se relamen el café de hace pocos minutos. Bolas, cuerdas, diábolos... todo lo que pueda subir y bajar y volver a subir es válido.

Al final, una genuflexión pizpireta y una mirada tímida dan por acabada la pericia número 22 de una mañana que empieza a tragarse el sol, convirtiendo ese pequeño circo en un absurdo y afeado caldero que no deja ver más que una mira fugaz.
Designed By Blogger Templates